"Cualquier sugerencia de que yo participé, o fui consciente de una colisión con Rusia es una mentira espantosa y detestable". Con esa frase, contundente, se defendió el fiscal general de los Estados Unidos, Jeff Sessions, ante la comisión de Inteligencia del Senado que investiga la supuesta mano del Kremlin durante la campaña que llevó a Donald Trump a la presidencia.
Además, Sessions aseguró:"Nunca me he reunido ni he tenido ninguna conversación con ningún funcionario ruso o con ningún funcionario de ningún Gobierno extranjero para influir en las elecciones de Estados Unidos".
El fiscal general insistió en que se apartó de la investigación sobre Rusia el pasado 2 de marzo porque había participado activamente en la campaña del ahora presidente, Donald Trump, y no consideraba apropiado participar en una investigación que pudiera implicar al entorno del mandatario.
"Es importante, me inhibí de la investigación no por haber cometido ninguna mala conducta durante la campaña, sino por las regulaciones del Departamento de Justicia", afirmó.
La decisión de Sessions de inhibirse de la investigación llegó, sin embargo, justo cuando la prensa reveló que había mantenido dos encuentros durante la campaña presidencial con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak, reuniones que no reveló en el Senado durante su audiencia de confirmación en el cargo.
La comparecencia de Sessions ante el Comité de Inteligencia del Senado responde a su vez al testimonio que dio la semana pasada ante ese mismo comité el ex director del FBI James Comey.
Comey sugirió que Sessions se apartó el 2 de marzo de la investigación rusa debido a su participación en una serie de hechos que, al ser clasificados, no desveló ante el público.
Según informaciones de medios locales, Comey dijo a los miembros del Comité de Inteligencia del Senado en un encuentro a puerta cerrada que Sessions pudo haber tenido una tercera reunión -hasta ahora desconocida- con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergei Kislyak, en el hotel Mayflower, en Washington.
Frente a los senadores, Sessions negó haber mantenido un tercer encuentro secreto con el embajador Kislyak, y explicó que participó en el hotel Mayflower en una recepción con multitud de asistentes, entre los que podría encontrarse el embajador ruso.
"Si hubo algún tipo de interacción breve con el embajador ruso durante esa recepción, no lo recuerdo", afirmó Sessions.
La declaración concluyó con un compromiso de Sessions de volver a presentarse ante la comisión de Inteligencia en el caso de ser necesario.
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