"Apareció de la nada", contó Parker Simpson, todavía conmocionado por la película de terror que vivió el domingo a la tarde en los Cayos de la Florida, Estados Unidos. Ya salió del hospital, pero tiene las secuelas de una importante herida en su pierna izquierda, que está en proceso de cicatrización.
El joven había ido a pescar con arpón junto a un amigo. Todo estaba tranquilo, como siempre, hasta que el tiburón se hizo presente.
Primero pareció dirigirse a su acompañante, pero luego lo encaró a él. Tras morderle las dos aletas, le clavó los dientes en la pierna. Milagrosamente, Simpson logró sacárselo de encima y escapar.
De inmediato se dirigió hasta la lancha en la que había ido hasta allí. Se subió con dificultad, con la herida abierta. Entre el ataque y su llegada al hospital perdió más de un litro de sangre, pero fue atendido a tiempo.
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