Mike Dubke, director de comunicaciones de la Casa Blanca, renunció este martes a su cargo después de semanas de especulaciones sobre la posibilidad de cambios en la estrategia comunicativa del Gobierno, golpeado por la polémica investigación sobre contactos con Rusia y su influencia en las elecciones, informaron medios locales.
El reconocido estratega republicano de 47 años presentó su renuncia el 18 de mayo, pero se ofreció a seguir dirigiendo las comunicaciones de la Casa Blanca hasta que el presidente de EEUU, Donald Trump, finalizara su primera gira en el extranjero, según consignó el periódico The Washington Post.
Trump volvió el sábado a Washington en un punto de especial ebullición en la investigación abierta por el Congreso y el FBI para determinar si la inteligencia rusa influyó en el resultado de las elecciones presidenciales de 2016 y si existió coordinación con la campaña de Trump.
Su rol de bajo perfil consistía en coordinar las estrategias de comunicación de las medidas del gobierno y el manejo de las diferentes crisis que explotaron en los primeros meses del gobierno de Trump, como el despido del director del FBI, James Comey.
De esta manera trabajaba en conjunto con el secretario de Prensa Sean Spicer, cara visible de las comunicaciones de la Casa Blanca y sobre el cual también sobrevuelan rumores de una separación del cargo.
El New York Times incluso reportó que el mandatario consideraba reemplazar a Spicer con Kimberly Guilfoyle, co presentadora del programa "The Five" en la cadena Fox News, cercana al gobierno.
La opinión de muchos en la administración Trump es que el equipo Dubke-Spicer no cumplió con las expectativas de contener situaciones conflictivas, según reconstruyó el Washington Post.
De hecho en los primeros días del gobierno tras la asunción del 20 de enero, Spicer ocupaba también el cargo de director de comunicaciones. Pero esto fue demasiado para el funcionario y marcó la llegada de Dubke, un cuadro que no había participado en la campaña de Trump pero que tenía peso en el Partido Republicano, a mediados de febrero.
Por esta razón se señaló que Dubke no logró ganarse la confianza de los colaboradores más estrechos del presidente ni del propio Trump, que reprochaba supuestas "filtraciones" a la prensa.
Todavía no se conoce el nombre de su reemplazo, aunque el portal especializado Axios sugirió que el magnate está pensando en David Urban, un lobbista republicano y asesor de Trump que trabajó activamente en la campaña, mientras que otros dos colaboradores cercanos, Corey Lewandowski y David Bossie, podrían sumarse bajo su dirección.
Por el momento Spicer continuaría en su cargo, aunque se reducirían sus apariciones en vivo, reemplazadas con comunicados escritos, y el propio Trump se encargaría de algunos de los tradicionales informes a la prensa en la Casa Blanca.
Con información de EFE
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