El gobierno de los Estados Unidos descartó reducir las sanciones contra Rusia por el conflicto en Ucrania y podría incluso endurecerlas, afirmó este viernes la Casa Blanca, zanjando así las dudas sobre la postura estadounidense respecto a esta cuestión espinosa.
"No vamos a reducir nuestras sanciones contra Rusia", declaró Gary Cohn, el máximo asesor económico del presidente Donald Trump, ante la prensa en la cumbre del G7 (Estados Unidos, Japón, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá) celebrada en Sicilia. "En todo caso, nos plantearemos probablemente ser más duros con Rusia", añadió.
La Unión Europea (UE) y Estados Unidos impusieron sanciones a Moscú en 2014, después de que Rusia se anexionara la península ucraniana de Crimea y apoyara a los rebeldes prorrusos en su lucha contra las fuerzas gubernamentales en el este de Ucrania.
Pero, hasta el momento, se desconocía si Donald Trump iba a mantener las sanciones aplicadas por su predecesor, el ex presidente Barack Obama. La víspera, Cohn había afirmado que Estados Unidos todavía no "tenía una posición" al respecto.
El anuncio de este viernes coincide con un nuevo episodio en el escándalo provocado en Estados Unidos por la supuesta intervención de Rusia para favorecer a Trump durante la campaña electoral del año pasado.
Medios estadounidenses informaron que el FBI estaba estudiando las actividades Jared Kushner, yerno y asesor de Trump, en el marco de la investigación por la posible interferencia rusa en las elecciones presidenciales.
El presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, había pedido a los líderes del G7 que mantuvieran las sanciones contra Moscú.
"Desde nuestra última cumbre en Japón, no hemos visto nada que justifique un cambio en nuestra política de sanciones respecto a Rusia", aseguró Tusk ante la prensa.
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Con información de AFP