Donald Trump inicia una ambiciosa gira por Medio Oriente y Europa

El presidente de los EEUU visitará Riad, Jerusalén, Belén, Roma, Bruselas y Sicilia. Es su primer viaje al exterior como mandatario

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(Reuters)
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La mayoría de los presidentes estadounidenses han escogido, para su primer desplazamiento al exterior, un viaje de ida y vuelta a un país vecino: Canadá o México. Pero no Donald Trump, quien prefirió una maratónica gira de nueve días al otro lado del océano.

Este primer viaje extraordinariamente prolongado contará con una variedad de entrevistas bilaterales con gobernantes varios, que van desde el rey saudita Salmán al papa Francisco, pasando por el nuevo mandatario francés, Emmanuel Macron.

El entorno del impredecible presidente, de 70 años, afirma que su estilo "agradable pero franco" es garantía de eficiencia en las relaciones internacionales.

Trump estará acompañado por su esposa, Melania, hasta ahora gran ausente en actividades públicas. Su hija Ivanka y su yerno Jared Kushner, que son dos de sus asesores más cercanos, también se embarcarán en el avión presidencial Air Force One.

La Casa Blanca anticipa un viaje "histórico" en el que el presidente irá al encuentro de las tres grandes religiones monoteístas.

En Riad, adonde llegará el sábado, Trump deberá esforzarse para marcar contraste con su predecesor, quien despertó la desconfianza de las monarquías sunitas del Golfo.

Un discurso enérgico frente al Irán chiita, silencio en temas de derechos humanos y el probable anuncio de contratos de armas son los ingredientes para que la recepción sea buena.

Pero el presidente está haciendo una apuesta arriesgada al pronunciar en la capital saudita, ante más de 50 líderes de los países musulmanes, un discurso sobre el islam.

"Voy a llamarlos a combatir el odio y el extremismo", prometió antes de su partida, citando una "visión pacífica del islam".

En Israel, en donde espera impulsar la idea —todavía muy incipiente— de un acuerdo de paz, Trump se encontrará con su "amigo" Benjamin Netanyahu en Jerusalén y con el presidente palestino, Mahmoud Abbas, en Belén, en los Territorios Palestinos.

Esta parte de la gira ya está rodeada de controversia, relacionada con la organización de la visita al Muro de los Lamentos y la transmisión a los rusos de información clasificada obtenida por el aliado israelí.

El encuentro con el papa Francisco en el Vaticano tiene un aspecto singular, ya que las posiciones de los dos hombres están en polos opuestos en inmigración, refugiados o el cambio climático.

Europa, donde Trump ha sembrado la confusión con declaraciones contradictorias sobre el Brexit, el futuro de la Unión Europea y el papel de la OTAN, será la última etapa de su gira, con una cumbre de la alianza atlántica en Bruselas y otra del G-7 en Taormina, perla turística de Sicilia.

La percepción del viaje en Estados Unidos también será crucial. Consciente de que la amenaza terrorista es un tema de preocupación central, el presidente republicano espera regresar con compromisos tangibles con sus aliados en la lucha contra el grupo Estado Islámico.

Con información de AFP

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