Chelsea Manning, soldado que entregó miles de documentos clasificados a Wikileaks, salió de prisión este miércoles de la cárcel militar estadounidense de Fort Leavenworth, en el estado de Kansas, tras cumplir siete años de pena y recibir una reducción de su condena por parte del ex presidente Barack Obama en su última semana de mandato.
Sin la decisión del antecesor de Donald Trump, Manning hubiera permanecido hasta 2045 tras las rejas para cumplir con una condena de 35 años. Una fuente del Ejército confirmó a la cadena BBC que la "topo de Wikileaks" ya está en libertad.
Cuando llegó a los cuarteles militares, Manning era un soldado llamado Bradley, que sorprendió al mundo filtrando más de 70.000 documentos secretos militares y diplomáticos en 750.000 páginas. Ahora, planea completar finalmente en libertad su transición como mujer transgénero.
Manning, ahora de 29 años, intentó suicidarse dos veces el año pasado e hizo una huelga de hambre para denunciar las medidas disciplinarias a las cuales estaba sometida. Pero un devastador ciclo de depresión, medidas desesperadas y el confinamiento solitario terminan ahora. Manning dará la vuelta a una nueva página.
"Por primera vez, puedo ver un futuro por mí misma como Chelsea. Puedo imaginar sobrevivir y vivir como la persona que soy y finalmente puedo estar afuera en el mundo", escribió la semana pasada en una carta abierta. "La libertad es algo con lo que solía soñar, pero nunca me permití imaginarlo totalmente", expresó.
Pese a tener un rango muy bajo, Manning comenzó a recopilar información clasificada desde su puesto en Irak y a filtrarla a la web de WikiLeaks, que hasta la aportación del analista militar era una organización irrelevante.
Durante el juicio, quedó en evidencia que Manning era un veinteañero con problemas de identidad, que quedó escandalizado por la guerra y quiso provocar el cambio en la política estadounidense a través de las filtraciones.
"Ahora, la libertad es algo que voy a experimentar de nuevo con amigos y seres queridos después de casi siete años detrás de las rejas, de periodos de confinamiento solitario y restricciones a los cuidados de salud y autonomía, incluida la rutina forzada de cortarme el cabello", agregó en su carta.
A su vez, el Ejército quiere mantener su liberación en un bajo perfil y no realizó ninguna conferencia de prensa. "Para garantizar la privacidad y seguridad del interno Manning, no se proporcionará ninguna información concerniente a su liberación", dijo Dave Foster, vocero del Ejército, en un comunicado.
Chelsea Manning, de quien hay pocas fotos públicas disponibles, podría encontrar refugio en la casa de una tía en una región de Washington. Además, confía en una sólida red de voluntarios que están listos para ayudarla.
Aunque el presidente estadounidense Donald Trump la ha calificado como traidora, ha recibido el apoyo de celebridades. Para decenas de miles de estadounidenses que pidieron su liberación a la Casa Blanca, ella es una valiente activista de derechos humanos.
Sus simpatizantes dicen que Manning recibió una sentencia injusta por involucrar a círculos diplomáticos de Estados Unidos y revelar muertes de civiles causadas por los bombardeos en Irak y Afganistán.
Two more days until the freedom of civilian life ^_^ Now hunting for private #healthcare like millions of Americans =P
— Chelsea Manning (@xychelsea) May 15, 2017
Aunque la sentencia ha sido conmutada, se mantiene la condena, a la que ella ha apelado. Por ahora sigue siendo empleada del Ejército y conserva su seguro médico. En un irónico tuit, Chelsea Manning indicó que comenzará a "buscar un seguro de salud privado, como millones de estadounidenses".
LEA MÁS: