Donald Trump saludó a Recep Tayyip Erdogan en la entrada del ala oeste de la Casa Blanca con un apretón de manos y una pequeña conversación fuera del alcance de los reporteros.
Más tarde, en su discurso conjunto, Trump dijo que era un "gran honor" dar la bienvenida a Erdogan. El republicano, además, ofreció su apoyo por "los horribles ataques terroristas" contra el pueblo turco cometidos en los últimos años.
Así, el presidente de los EEUU agradeció la lucha turca contra el terrorismo islámico y brindó su apoyo al gobierno de Erdogan en el combate contra el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha llevado a cabo una violenta lucha insurgente dentro de Turquía desde 1984.
Los lazos entre Estados Unidos y Turquía se habían visto afecados en los últimos meses del mandato de Barack Obama por el apoyo norteamericano a los combatientes kurdos en Siria. Por lo que esta declaración de Trump, en la que equipara al PKK con el ISIS, marca una nueva sintonía.
Por su parte, Erdogan felicitó a Trump por su "triunfo legendario" en las elecciones presidenciales de noviembre pasado y auguró un futuro juntos en las Naciones Unidas, la OTAN y el Grupo de los 20 países desarrollados y en desarrollo.
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