A solo seis meses de ser asignada para investigar a un rapero alemán que se convirtió en reclutador del Estado Islámico, una traductora del FBI con acceso a información clasificada decidió mentirles a las autoridades y pedir un viaje de vacaciones que, en realidad, era para casarse con el yihadista en Siria, de quien se había enamorado hasta la locura.
Daniele Greene, quien se unió en 2011 como lingüista a la agencia, recibió en enero de 2014 el encargo de rastrear las comunicaciones de Denis Cuspert, un rapero alemán conocido por sus provocadoras letras, que fueron mutando hasta el extremismo. Conocido artísticamente como Deso Dogg, y tras varios problemas con la ley, se unió a las filas del ISIS con el nombre de Abu Talha al Almani.
Greene estuvo investigando el rol del terrorista como reclutador, pero apenas medio año después, pidió un permiso de viaje al exterior, procedimiento obligatorio para todos los funcionarios de inteligencia. La mujer, nacida en la antigua Checoslovaquia, aseguró que visitaría a familiares, pero compró un pasaje sin retorno a Turquía, desde donde viajó a Siria y se casó con su nuevo amor, según revela la investigación de la cadena CNN.
En los meses previos, el terrorista había jurado lealtad al grupo terrorista y amenazó de muerte al entonces presidente estadounidense, Barack Obama.
Una vez en Siria, no pasó mucho tiempo hasta que Greene mostró señales de arrepentimiento. A dos semanas de su partida, escribió un correo en el que afirmó: "Estaba débil y ya no sabía cómo manejar las cosas. Realmente he hecho un lío esta vez". Un día después, agregó: "Me fui y no puedo regresar. Ni siquiera sé cómo lo lograría si intentó volver. Estoy en un ambiente muy duro y no sé qué tanto vaya a aguantar aquí, pero eso no importa, es un poco tarde".
Ese mismo mes, Greene continuaba manifestando su arrepentimiento y ya reconocía que se encontraría con graves problemas legales si retornaba a Estados Unidos. Sin embargo, su deseo de escapar de la locura emprendida fue más fuerte. Durante esos días, Cuspert apareció en un video golpeando cadáveres, momentos después de la captura de una localidad en Homs.
La traductora consiguió salir de su infierno tras un mes, logro que no muchos occidentales consiguen por sus propios medios, y volvió a Norteamérica en agosto de 2014, donde fue detenida. Apenas una semana antes, las autoridades había emitido en secreto una orden de arresto, por lo que estaban parcialmente al tanto de la irregular situación. "La acusada estaba en libertad en Siria o en Turquía y en compañía del líder de un grupo terrorista", indicaba un informe al que accedió CNN.
En el proceso, Greene admitió su culpabilidad. Recibió una pena leve en comparación con otros casos, a pesar de que los fiscales calificaron su conducta como "flagrante" y merecedora de un "castigo severo". Sin embargo, el fiscal adjunto Thomas Gillice consideró que Green "violó la confianza pública y puso en peligro la seguridad" de la nación y "bordeó peligrosamente una línea cercana a otras acusaciones más serias" (como la traición), pero opinó que no merecía una sanción dura, tomando en cuenta su cooperación.
Finalmente, la contratista fue condenada a dos años de prisión, que cumplió en agoso de 2016.
"Si te hablo, mi familia estará en peligro", dijo Greene, contactada por CNN, que no reveló su rostro ni su lugar de residencia. Por su parte, su abogado, Shawn Moore, indicó que no podía aportar más datos por respeto a la privacidad, pero la describió como "inteligente, articulada y obviamente ingenua". Además, resaltó que está "genuinamente arrepentida de sus acciones".
El caso de Greene fue reportado en 2015 por un periódico alemán, aunque con una versión radicalmente diferente. El medio aseguró que el rapero Cuspert se había casado con una espía del FBI no identificada, que logró engañar al yihadista en una operación supervisada por el organismo. Ningún detalle sobre una misión de este tipo figura en los documentos del proceso judicial.
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