Tras abandonar sus planes en México, Ford anunció una inversión de USD 1.200 millones en Michigan

El presidente Donald Trump se adelantó al comunicado y celebró en las redes sociales, destacándolo como una victoria de su gobierno. La empresa automotriz admitió que forma parte de un acuerdo pactado en 2015

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Un trabajador de la planta Flat Rock de Ford, en Michigan (AP)
Un trabajador de la planta Flat Rock de Ford, en Michigan (AP)

El gigante automovilístico Ford anunció este martes una inversión de 1.200 millones de dólares en tres plantas de Michigan para elevar la producción "en casa", la segunda de este tipo desde inicio del año, en línea con las promesas del presidente Donald Trump de reforzar el sector manufacturero.

Precisamente, fue el propio mandatario quien informó de la noticia horas antes de que la empresa con sede en Dearborn (Michigan) confirmara estos planes.

"Gran anuncio de Ford hoy. Enorme inversión en tres plantas de Michigan. Las compañías de coches están volviendo a EEUU. ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS! ¡EMPLEOS!", dijo el presidente en la red social Twitter a primera hora de la mañana.

Poco después, la compañía explicó los detalles de esta inversión, que se dividirá en 850 millones en la planta de Wayne para fabricar los nuevos modelos Bronco y Ranger; 150 millones para aumentar la capacidad de la de Romeo, centrada en piezas y componentes; y 200 millones adicionales en el centro de datos de Flat Rock.

En enero, Ford abandonó su plan para construir una fábrica de 1.600 millones de dólares en México y sumó, en su lugar, 700 puestos de trabajo en Michigan tras unas duras críticas de Trump.

La decisión se produce en un momento en que las ventas de autos y camiones nuevos registran máximos históricos en Estados Unidos y los inversores están atentos a cualquier señal que pueda indicar un posible cambio de tendencia a la baja en la industria, altamente cíclica.

Las inversiones en el centro de datos se enmarcan en los planes de Ford de incrementar su implicación en el sector de los automóviles inteligentes que no precisan de conductor.

"Somos optimistas y pensamos que seguiremos viendo un buen crecimiento económico en Estados Unidos en el mediano plazo", dijo Joe Hinrichs, presidente de Americas at Ford, a Reuters. "Estamos muy confiados con nuestro plan y nuestros productos y sobre la inversión en Michigan y Estados Unidos", agregó.

El propio Trump viajó a mediados de mes al área de Detroit (Michigan), el corazón del sector del automóvil de Estados Unidos, donde urgió apoyo al sector manufacturero nacional para su "nueva revolución industrial", y pidió "tener fe en los trabajadores y las grandes compañías estadounidenses".

Según los medios locales, y pese a que Trump se apropió de la victoria, estas inversiones formaban parte del acuerdo con el sindicato de trabajadores del automóvil (UAW) pactado en 2015. Tal versión fue confirmada por el propio Hinrichs, quien apuntó que "estos anuncios concuerdan con lo que acordamos y hablamos con la UAW en las negociaciones de 2015".

Asimismo, el vicepresidente de UAW-Ford, Jimmy Settles, declaró que "gracias a la negociación colectiva, los trabajadores y trabajadoras de estas plantas podrán ahora recoger los frutos de su labor".

Trump ha subrayado como prioridad de su mandato devolver empleos al sector industrial estadounidenses en el marco de una agenda de nacionalismo económico y proteccionismo comercial. Además, ha amenazado con "un gran arancel aduanero" a las empresas que trasladen su producción fuera del país.

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