Los 9 cambios de último momento que podrían salvar a la reforma de salud de Donald Trump

La mayoría republicana en la Cámara de Representantes busca convencer este viernes a los congresistas díscolos, tras el fracaso del jueves para votar la ley. El presidente advirtió que si no se aprueba hoy, no insistirá y continuará vigente el Obamacare

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La Cámara de Representantes de EEUU

Derogar el Obamacare, la reforma de salud promulgada por Barack Obama en 2010, fue una de las principales promesas de campaña de Donald Trump. Por eso, cuando el legislador Kevin McCarthy, líder republicano en la Cámara de Representantes, admitió este jueves que no existía el consenso suficiente para avanzar con el proyecto, el Presidente estalló.

"Desastroso Obamacare ha dado lugar a más costos y menos opciones. ¡Sólo continuará para empeorar! Debemos derogarlo y reemplazarlo. ¡Aprueben la ley", tuiteó Trump en lo que muchos políticos y analistas interpretaron como un ultimátum.

Todo se definirá este viernes. Con o sin acuerdo, el titular de la Cámara, el también republicano Paul Ryan, convocará a votar. El desafío del liderazgo partidario es convencer a los congresistas díscolos de acompañar el texto oficial.

No será fácil. Se necesitan 216 votos para darle media sanción a la ley. El oficialismo cuenta con 237 bancas, con lo cual, sólo podría soportar 21 deserciones, que eventualmente podrían extenderse a 22 si –como se especula- un legislador demócrata decide ausentarse. Sin embargo, según reporta The Washington Post, hay 34 republicanos que ya advirtieron que votarían en contra, y otros 15 que están muy cerca de esa posición.

Hay un escollo más: no todos se oponen por los mismos motivos. El ala moderada del partido quiere ir por una ley más suave, que deje en pie algunos de los pilares del Obamacare, con el argumento de que, en caso contrario, se podría dejar sin cobertura de salud a más de 20 millones de personas. El ala derecha, en cambio, quiere ir por una reforma más radical, que borre de un plumazo todos los cambios introducidos por el gobierno anterior.

Donald Trump quiere una nueva
Donald Trump quiere una nueva ley de salud (Reuters)

¿Cómo convencerlos a todos? Éstos son los 9 cambios al proyecto original con los que McCarthy y Ryan quieren lograr lo que a esta hora parece imposible.

1. El plan inicialmente presentando establecía la obligatoriedad de que los seguros médicos cubran diez servicios esenciales, que van desde la internación hospitalaria hasta la salud mental. Para seducir a los más conservadores, que se oponen radicalmente a esto, se eliminará ese requisito.

2. Una de las claves del Obamacare era aumentar los aportes federales a los estados para expandir el Medicaid, plan de salud estatal destinado a los más pobres. Los republicanos querían poner un punto final en 2019 a esa expansión. En otro guiño hacia el ala derecha del partido, eso se adelantaría a este año para la mayoría de los estados.

3. La tercera concesión hacia los sectores radicales es dar libertad a los Gobiernos estatales para que exijan a los beneficiarios del Medicaid pruebas concretas de que tienen trabajo o de que están en búsqueda activa.

4. Para permitirles a los Gobiernos más conservadores restringir los criterios de elegibilidad del Medicaid, se le dará a cada estado la opción de pasar del financiamiento federal por usuario a uno por bloque, sin importar el número de adherentes al programa. A cambio, no tendrán que seguir los criterios federales para decidir a quiénes admiten, lo que les permitirá excluir a personas que hoy están obligados a cubrir.

Donald Trump y Paul Ryan,
Donald Trump y Paul Ryan, presidente de la Cámara de Representantes (AP)

5. La reforma inicial proponía eliminar en 2018 una serie de impuestos fijados por el Obamacare a los contribuyentes más ricos y a las empresas aseguradoras, con el objeto de financiar el programa. La derogación de esas cargas se adelantaría ahora a 2017.

6. De aprobarse el proyecto republicano, los seguros de salud se encarecerían, especialmente para los adultos mayores, que de por sí tienen costos más elevados. Éste era un motivo de preocupación para el ala izquierda del partido, así que entre los cambios se incluye la posibilidad de incrementar los fondos federales para subsidiar a este grupo etario.

7. El Obamacare establecía que por cada beneficiario del Medicaid, el Gobierno Federal pagaba un porcentaje a los estados. Los republicanos habían dispuesto en su proyecto que en vez de un porcentaje sea una suma fija. El cambio dispuesto ahora, también para seducir a los moderados, es que esa suma aumente un poco por encima de la inflación en el mercado de salud para los usuarios adultos mayores.

8. En el estado de Nueva York, parte de los fondos destinados a financiar el Medicaid provenían de un impuesto a la propiedad que se cobraba a los condados. Para poner un freno a esta práctica y atraer a los representantes republicanos neoyorquinos, la idea es bloquear los reembolsos federales para el Medicaid en los estados que lo financien tomando recursos de los condados.

9. Para sumar el apoyo de los congresistas de Illinois, se aumentarán los aportes federales para financiar el Medicaid en ese estado, donde existían muchos reclamos.

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