La audiencia en el Senado para designar o rechazar al candidato del presidente Donald Trump a la Corte Suprema de los Estados Unidos, Neil Gorsuch, comenzó el lunes con fuertes disputas entre los legisladores de los partidos Demócrata y Republicano luego de 13 meses sin poder designar a un sucesor para el fallecido Antonin Scalia.
Gorsuch, un juez de 49 años del décimo circuito de la Corte de Apelaciones en Denver, habló al final del día, luego de que los 20 miembros del Comité Judicial del Senado ofrecieran sus declaraciones. En tanto el martes comenzará a ser interrogado sobre temas como el aborto, el matrimonio homosexual, la discriminación positiva y el porte de armas, entre otras cuestiones.
"Haré todo en mi poder para ser un servidor fiel de la Constitución y las leyes de esta gran nación", comenzó diciendo Gorsuch, para quien el rol judicial "no tiene que ver con la política", y prometió tratar con igualdad a "ricos y pobres".
Chuck Grassley, presidente del comité y senador republicano por Iowa, dijo: "En los últimos meses he escuchado que ahora más que nunca necesitamos un juez independiente que respete la separación de poderes".
"Algunos de mis colegas parecen haber vuelto a descubrir su apreciación por la necesidad de confinar cada rama del gobierno a su esfera propia", consideró.
Se espera que el final del proceso llegue el 3 de abril cuando la nominación de Gorsuch sea sometida a votación. Si es confirmado, se convertirá en el noveno juez del máximo tribunal, reemplazando al fallecido Antonin Scalia luego de 13 meses de negociaciones infructuosas, marcadas por el conflicto político durante la presidencia de Barack Obama y ahora en la de Donald Trump.
Por su parte el senador republicano por Texas, John Cornyn, recordó que Gorsuch "no es un político compitiendo en elecciones" y que los demócratas "deberían considerar al nominado con base en sus méritos y nada más".
Se espera que el respetado Gorsuch, que cuenta con numerosas credenciales para el cargo, sea, tarde o temprano, elegido para el Tribunal, pero los demócratas continúan molestos por las reiteradas trabas que los republicanos impusieron en 2016 al nominado del ex presidente Barack Obama Merrick Garland, quien ni siquiera tuvo una audiencia.
"Los republicanos en el Senado hicieron un gran show el año pasado sobre el respeto de la voz del pueblo estadounidense en este proceso", dijo el senador demócrata por Vermont, Patrick Leahy. "Ahora quieren que el Senado apruebe sin consideraciones a un candidato seleccionado por grupos de interés extremos y nominado por un presidente que perdió el voto popular por 3 millones", agregó.
Mientras que Dick Durbin, senador demócrata por Illinois, señaló que "la mayoría de los estadounidenses cuestionan la necesidad de un juez de la Corte Suprema con la visión de Trump", en referencia a declaraciones del jefe de Gabinete, Rience Priebus, de que Gorsuch "representa el tipo de juez que comparte la visión de Donald Trump".
Tras las elecciones de 2016, los republicanos controlan el Senado con 52 senadores contra 48 del Partido Demócrata. Para designar a Gorsuch es necesario conseguir una mayoría especial de 60 senadores.
Con información de AP
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