Una vez que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) sea expulsado de Mosul, en Irak, se especula que el próximo gran enfrentamiento contra los terroristas se desarrollará en la ciudad siria de Raqa. Con el objetivo de acelerar su preparación en esa región, Estados Unidos está considerando enviar mil soldados más a suelo sirio, según informaron fuentes de Defensa al diario The Washington Post.
El envío aún debe ser aprobado por el secretario de Defensa, James Mattis, y por el presidente, Donald Trump. En caso de hacerse efectivo, se llevaría a cabo en una semana y doblaría el número de tropas estadounidenses en la guerra civil siria.
Los militares trabajarían en calidad de asesores y para entrenamiento de las milicias aliadas del las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), aunque podrían tomar un rol más activo y de combate si es necesario, según el periódico capitalino.
Recientemente, Estados Unidos sumó a los 500 miembros de las Fuerzas Especiales que operaban en Siria, 250 Rangers y 200 miembros de la Infantería de Marina, que han tomado posiciones para preparar la ofensiva hacia Raqa en un terreno cada vez más complejo.
Los Rangers, tropas de élite del Ejército, han tomado posiciones en Manbij, cerca de Raqa, para evitar que rusos, turcos o tropas sirias ocupen esa plaza estratégica.
Los mil soldados que podrían ser enviados a Siria serían en su mayoría infantes de marina y miembros de una división aerotransportada del Ejército desplegada en Kuwait.
Trabajarían directamente con sus aliados de las FSD, algo que podría complicarse por la oposición de Turquía, socio de la Alianza Atlántica, a que Washington siga colaborando con las facciones kurdas del FSD.
Turquía considera a las fuerzas kurdo-sirias, que se han establecido en gran parte del norte sirio, terroristas enemigos, mientras que Estados Unidos depende de ellos, por ser la fuerza opositora más eficaz en la guerra contra ISIS.
Con información de EFE
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