Reza Aslan, periodista de la cadena CNN y experto religioso, desató una polémica en Estados Unidos por comer tejido de cerebro humano para un informe en la India. El foco del debate: ¿Traspasó los límites del espectáculo televisivo y trivializó el canibalismo y una religión?
En el primero de una serie de documentales sobre espiritualidad en el mundo de la serie Believer (Creyente), emitido el domingo, Aslan se reúne en los alrededores de Benarés con un grupo de caníbales de la secta india aghori, que es contraria a la ortodoxia del hinduismo al cuestionar sus ritos y el sistema de castas.
Uno de los miembros de los aghori insta al periodista, que se ha vestido con atuendos similares a los de la secta, a comer cerebro cocinado y él lo hace. También bebe alcohol en una calavera.
Aslan, que es musulmán y profesor de escritura en la Universidad de California, ha recibido críticas en que se le acusa de proyectar una imagen irreal del hinduismo y minimizar los efectos nocivos del canibalismo. En algunos de sus anuncios sobre el estreno del documental, la CNN mostró en pantalla el lema "Caníbales".
"Mientras mucha gente en nuestro país está trabajando intensamente para aumentar el entendimiento y el respeto entre gente de diferentes religiones, me siento muy molesta ante el hecho de que la CNN esté usando su poder e influencia para incrementar los malentendidos y miedos de la gente sobre el hinduismo", escribió en Twitter la demócrata Tulsi Gabbard, la primera congresista hindú de EEUU.
2/ I am very disturbed that CNN is using its power and influence to increase people’s misunderstanding and fear of Hinduism.
— Tulsi Gabbard (@TulsiGabbard) 7 de marzo de 2017
"Con múltiples informaciones de ataques motivados por odio contra gente de origen indio en EEUU, el programa caracteriza el hinduismo como caníbal, lo que es una forma extraña de percibir la tercera mayor religión del mundo", lamentó el Comité de Acción Política EEUU – India.
La congresista Gabbard acusó a Aslan de sensacionalismo periodístico. Lo mismo hizo el Consejo Estadounidense en la Ciencia y la Salud, que alerta de los riesgos de su conducta. El colectivo advierte de que la ingesta de cerebros por parte de una tribu de Papúa Nueva Guinea causó el equivalente humano a la enfermedad de las vacas locas.
El periodista se defendió. En un texto en su cuenta de Facebook, subrayó que esa escena es solo una parte del episodio y esgrime que el resto del programa trató de mostrar una visión objetiva sobre el hinduismo y los aghori.
"Sé que hay gente que aún se siente ofendida por el episodio, especialmente en el tratamiento de asuntos como la discriminación de casta, que se mantiene como un asunto delicado para muchos hindús en América. Tengo una gran simpatía hacia esa posición", alegó. "Pero la discriminación por casta es una cosa muy real y es importante destacar los intentos de los aghori de superarla utilizando los principios de la espiritualidad hindú".
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