(Facebook/ Fox 32 Chicago)
El millonario jefe de una pandilla fue condenado a 9 años de prisión tras difundirse un video en el que se lo ve cuando le dispara a las piernas a un hombre en Chicago, Estados Unidos.
Thaddeus "T.J." Jiménez fue condenado este jueves luego de que el juez viera una grabación, filmada con un celular, en la que el pandillero dispara desde su lujoso Mercedes descapotable a un hombre desarmado.
En el video, filmado el 17 de agosto de 2014 por su amigo José Román, se ve a Jiménez escuchando a todo volumen música clásica; en el auto también se ven una pistola y una ametralladora.
"Éste es el auto más bonito que verás en toda tu vida", dice el hombre, antes de apuntar la pistola hacia la cámara.
"Ésta es la música que escuchamos", afirma su amigo, sentado en el asiento del pasajero.
"Somos la policía acá", retruca Jiménez.
Los dos pandilleros conducen algunos minutos por las calles de la ciudad hasta que se detienen frente al auto de un hombre. "¿Por qué debería dispararte ahora mismo?", le pregunta Jiménez. Un instante después, abre el fuego. Se escucha a la víctima decir: "¿Por qué lo harías?". "Cállate", contesta el otro, antes de huir a toda velocidad.
"Mirar esto fue muy difícil", comentó el juez Harry Leinenweber durante la audiencia del jueves, informó Fox 32 Chicago.
Jiménez fue condenado a 110 meses de cárcel, mientras que su compañero tuvo 85 meses.
El juez, sin embargo, decidió no condenar a Jiménez con el máximo de la pena debido a su pasado de víctima de un error judicial y a los traumas sufridos como consecuencia.
Jiménez, de 37 años, en 1993 -cuando tenía 13 años- fue condenado a 16 años de cárcel por dispararle supuestamente a un joven. Pero se trataba de un error y en 2009 -cuando finalmente se revisó la sentencia- fue liberado e indemnizado con 25 millones de dolares.
Tras recibir el dinero, Jiménez comenzó a armar su propia pandilla, los Simon City Royals. A su compañero Román le compró un lujoso auto Range Rover, mientras que él poseía varios Mercedes, Lamborghini y Bentleys.
Ahora, de ese dinero ya no queda más nada. "La plata no hizo desaparecer la herida", afirmó su abogado.
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