Los invitados especiales para el primer discurso presidencial ante una sesión conjunta del Congreso, contribuyeron a indicar cuáles serían los temas principales de la alocución quu Trump dio este martes en el Capitolio.
Seis son las personas que estuvieron sentadas en primera fila junto a la primera dama, Melania Trump. Tres de ellas son familiares de personas asesinadas por inmigrantes indocumentados, según la lista publicada por la Casa Blanca.
Jessica Davis y Susan Oliver son viudas del detective Michael Davis y el alguacil Danny Oliver, respectivamente, quienes murieron en 2014 mientras se encontraban de servicio en Sacramento. El sospechoso, que había sido deportado dos veces de EEUU, está a la espera de juicio en California.
En su campaña electoral, Trump se refirió a la muerte de estos oficiales y promocionó el proyecto de ley Davis-Oliver como una forma de "mejorar la cooperación con las autoridades estatales y locales para asegurar que los inmigrantes criminales y terroristas sean realmente identificados y deportados con rapidez".
También estuvo presente Carryn Owens, la viuda del Navy Seal William Ryan Owens, muerto a finales de enero en Yemen. Owens, de 36 años, fue el primer militar fallecido en combate en la presidencia del republicano. El primero de Febrero, Trump le había rendido un sorpresivo homenaje en Delaware, junto con su hija Ivanka.
Entre los invitados, también se encuentraba Jamiel Shaw, quien perdió en 2008 a su hijo Jamiel, que con solo 17 años murió por balazos a manos de un inmigrante indocumentado. Shaw presentó a Trump en actos de campaña y habló en horario de máxima audiencia durante la Convención Nacional Republicana del año pasado.
La viuda del juez del Tribunal Supremo Antonin Scalia y madre de sus nueve hijos también estuvi invitada al primer discurso presidencial. Maureen McCarthy Scalia ha vivido de cerca la batalla política que sobrevino tras la muerte de su esposo en febrero de 2016, que resultó en el bloqueo por parte de los republicanos a la elección del ex presidente Obama para la Corte Suprema.
La estudiante universitaria de 20 años de edad Megan Crowley también se sentó junto a la primera dama de los EEUU. A la joven le diagnosticaron la enfermedad de Pompe cuando era niña, un raro trastorno genético. Su padre fundó Farmacéuticos Novazyme, en busca de la cura que salve a su hija.
Denisha Merriweather, quien se reconoce como una activista sobre política educativa, fue una invitada especial de esta noche. Se inscribió en una escuela privada en Florida mediante el programa de becas de Crédito Fiscal del estado y se convirtió en la primera miembro de su familia en graduarse de la universidad, de acuerdo con el comunicado de la Casa Blanca.
Los legisladores generalmente tienen un pase para que una persona presencie el discurso presidencial y las invitaciones se extienden a familiares, amigos o votantes; pero esta vez han invitado a inmigrantes y extranjeros a estar presentes, en un esfuerzo por enviar un mensaje a Donald Trump.
Entre los invitados también estuvieron un doctor iraquí estadounidense que descubrió elevados niveles de plomo en la sangre de muchos niños en Michigan; un doctor pakistaní estadounidense que presta cuidado crítico a pacientes en Rhode Island; y la hija estadounidense de un refugiado palestino que ayuda a gente como su familia en su intento por venir a Estados Unidos.
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