Donald Trump dará su primer discurso frente al Congreso este martes por la noche a las 21:00, hora de Washington (02:00 del miércoles, horario GMT) por primera vez desde que asumió la presidencia en enero. Tradicionalmente, el evento otorga una oportunidad para que el presidente ofrezca su visión del país y la agenda nacional durante los próximos años. Aunque es improbable que cambie el discurso que lo ayudó a ganar la campaña electoral, millones de estadounidenses esperan un informe más detallado sobre cómo piensa promover un plan económico que el nuevo gobierno sólo ha insinuado en términos generales.
La política económica de Trump, que promete la reducción de impuestos, un aumento del gasto de infraestructura y desregulaciones en el sector financiero, ha impulsado una jornada de crecimiento a niveles récord en las bolsas estadounidenses. De hecho, las bolsas han alcanzado una volatilidad históricamente baja, un dato increíble considerando la incertidumbre que propone hasta ahora el futuro del nuevo gobierno.
Según Bloomberg, billones de dólares del sector financiero están en juego en el discurso. A pesar de los altos niveles de inversión desde su victoria, el sector exigirá que el presidente explique concretamente su plan económico si quiere que inversores sigan apostando por un crecimiento en la era Trump.
En particular, hay grandes expectativas de que el presidente hable sobre dos pivotes centrales de su Administración a los cuales solo se ha referido en términos generales: la revocación de Obamacare y la reforma tributaria.
Trump ha dicho que no puede bajar los impuestos de modo responsable hasta establecer una nueva obra social de asistencia médica concreta. Por eso, ayer anticipó que ofrecerá "algo especial" sobre el reemplazo de Obamacare en su discurso de esta noche.
No obstante, es probable que comience el discurso alabando el progreso de su gobierno en sus primeras semanas. Con su típico tono optimista, Trump declaró la semana pasada que "nunca hubo una presidencia que haya hecho tanto en tan poco tiempo". E incluyó entre sus logros la retirada del país de la Alianza Trans-Pacífico y la apertura de un plan que proyecta grandes inversiones de infraestructura.
"Gastamos millones en Medio Oriente aun cuando tenemos baches por todo el país", dijo Trump el lunes en una reunión con gobernadores. "Vamos a empezar a gastar en infraestructura a gran escala".
Aunque asegura que reducirá significativamente la ayuda económica y militar que Estados Unidos ofrece a sus aliados, el presidente prometió un "aumento histórico" de USD 54.000 millones en el gasto militar del país, que compensará con una reducción de la misma escala en otros sectores del gasto doméstico que juzga como "programas innecesarios".
"Vamos a hacer más con menos y hacer al gobierno sensato y responsable para la gente", dijo.
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