En un giro inesperado a sus promesas de campaña y sus primeras acciones como presidente, Donald Trump se habría manifestado dispuesto a apoyar una ley que permita la obtención de documentos de residencia a los inmigrantes que vivan sin papeles en los Estados Unidos y no hayan cometido delitos, según difundió CNN.
"Es el momento adecuado para una ley de inmigración, siempre que haya una negociación entre ambos lados", dijo, de acuerdo con la cadena de noticias, en referencia a los legisladores republicanos y demócratas que deberían ponerse de acuerdo para votarla.
El comentario se difundió de inmediato en los medios principales de los Estados Unidos, horas antes del primer discurso de importancia del mandatario ante el Congreso. Por eso se especuló con que, además de hablar de economía, Trump presentaría la cuestión migratoria ante senadores y representantes.
Sarah Huckabee Sanders, la subsecretaria de Prensa, se negó a confirmar la conversación, que habría sucedido ante funcionarios que luego la comentaron, pero tampoco quiso negarla. "El presidente ha sido muy claro en su opinión de que el sistema migratorio está roto y necesita una reforma profunda, y dejó en claro que está abierto a conversar sobre eso y avanzar", dijo la vocera.
The Boston Globe amplió la noticia: Trump habría señalado su disposición a una negociación espectacular que cambiaría su perspectiva sobre los inmigrantes indocumentados durante un almuerzo con presentadores de televisión.
CNN desarrolló: "El presidente está deseoso de aprobar durante su mandato una ley negociada de inmigración". Esa salida legislativa —no por decreto presidencial— podría permitir que los extranjeros que residen en los Estados Unidos sin documentos permanezcan, trabajen y paguen impuestos y no sean deportados, siempre que no hayan cometido un delito violento.
Según The New York Times, que también recogió la noticia, es un distanciamiento radical de la actual normativa que se impuso por orden ejecutiva, que ordena "la deportación de cualquier inmigrante indocumentado que haya cometido un delito —haya sido imputado o no— o falsificado un documento". Ese estándar, ilustró el periódico, "se podría aplicar a virtualmente cada uno de los 11 millones de personas que se estima viven en el país ilegalmente".
CNN atribuyó parte de su información a un funcionario cuyo nombre mantuvo en reserva. "Dijo que Trump no ve la ley como algo que molestaría necesariamente a su base [política], y enfatizó que sería necesario que existiera 'una moderación de los dos lados'". Esa negociación, que fracasó ruidosamente durante las dos presidencias de Barack Obama, "es una que el presidente cree que puede llevar adelante exitosamente", dijo la fuente.
Durante su campaña Trump prometió la expulsión de los inmigrantes sin papeles y la construcción de un muro en la frontera con México, y entre sus primeros actos de gobierno dio pasos para cumplir. Sin embargo, podría reconocer la existencia de otra manera de resolver el problema. "El presidente cree que la nación se encuentra hoy en una posición en la que puede aprobar legislación sobre inmigración luego de décadas de esfuerzos fallidos", dijo el funcionario a CNN, "y cree que el país está 'exhausto'".
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