El Pentágono quiere ampliar la capacidad del ejército norteamericano para combatir a los insurgentes vinculados a Al Qaeda en Somalia, lo que podría acercar a las tropas estadounidenses a una batalla contra el grupo extremista que planeó ataques contra Estados Unidos, según funcionarios de Washington.
Las recomendaciones enviadas a la Casa Blanca permitirían que las fuerzas de operaciones especiales incrementen su ayuda al ejército somalí en su lucha contra el grupo al-Shabab en la frágil nación del Cuerno de África, señalaron los responsables. La propuesta daría a las tropas estadounidenses más flexibilidad para lanzar ataques aéreos contra los extremistas que puedan ser una amenaza.
Aumentar los esfuerzos militares en Somalia encaja con la petición del presidente, Donald Trump, de acelerar la batalla liderada por Washington contra el grupo extremista Estado Islámico en Irak y Siria, y derrotar a otros grupos radicales, incluyendo Al Qaeda y sus filiales. Estados Unidos está preocupado por la escalada de al-Shabab en los últimos años cuando jóvenes estadounidenses de comunidades somalíes viajaron a campos de entrenamiento en Somalia, elevando el temor a que puedan perpetrar un ataque violento en el país.
Somalia es una de las siete naciones de mayoría musulmana incluidas en la orden migratoria de Trump emitida el mes pasado. El decreto presidencial, que impedía la entrada de migrantes de los países señalados, fue suspendido por cortes federales.
Somalia es "nuestro reto más desconcertante", dijo el general Thomas Waldhauser, director del comando de Estados Unidos en África, en una entrevista con la agencia AP.
Estados Unidos está "intentando mirar a Somalia desde una perspectiva fresca para el futuro", agregó describiendo la necesidad de debilitar la insurgencia de al-Shabab, que comenzó hace una década, para que las fuerzas militares de la nación africana puedan derrotarlo.
Waldhauser rechazó ofrecer más detalles sobre las nuevas opciones propuestas a la Casa Blanca.
Pero otro funcionarios dijeron que estas incluirían dar a las fuerzas especiales una mayor capacidad para acompañar a los soldados locales en operaciones militares contra al-Shabab y aliviar las restricciones sobre cuándo Estados Unidos pueden realizar ataques aéreos contra la milicia. Los oficiales hablaron bajo condición de anonimato porque no estaban autorizados a hablar en público sobre las medidas.
En la actualidad, Washington tiene unos 50 mandos rotando dentro y fuera de Somalia para aconsejar y asistir a las tropas somalíes. Las nuevas iniciativas podrían resultar en un pequeño incremento en el número de efectivos estadounidenses en Somalia, dijeron funcionarios.
La Casa Blanca declinó realizar comentarios, desviando las preguntas al Departamento de Defensa.
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