Un toro neoyorquino se escapó del matadero Azil halal en Queens, Nueva York. Los dueños del lugar, la policía y residentes de la zona persiguieron al animal por más de dos horas. El caos continuó incluso cuando ya le habían disparado 12 dardos tranquilizantes para calmarlo.
El bovino no hirió a nadie pero logró arrancar la puerta de un vehículo hasta que finalmente finalmente acorralado en el jardín de un vecino.
"No sabía lo que estaba pasando," dijo la dueña de la residencia. "Primero pensé que era una persona. Luego me llama mi hijo desde su trabajo en Manhattan y me dice, 'Mamá, creo que hay una vaca suelta en Queens.' Le respondí, '¡Si, está en mi jardín!'".
Luego de tranquilizarse, la policía lo ató y lo traslado en un camión al Centro de Cuidado de Animales de la Ciudad de Nueva York, pero desafortunadamente murió en el camino. El toro se hubiera salvado si sobrevivía. Mike Stura, fundador de un santuario de rescate de animales, estaba en camino a buscarlo para trasladarlo a su instalación.
Tras su muerte, la policía llevó al toro a un crematorio en Long Island.
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