El secretario de Seguridad Nacional de EEUU, John Kelly, defendió este sábado el decreto migratorio suspendido por la Justicia de su país y garantizó que la nueva orden ejecutiva que contempla Donald Trump será una versión "más ajustada" de la primera, que no dejará varado a nadie en los aeropuertos.
En una intervención ante la Conferencia de Seguridad de Múnich, Kelly afirmó que la nueva orden garantizará, por ejemplo, que si una persona está en tránsito hacia Estados Unidos, en otro país o volando, cuando lleguen podrá entrar en territorio estadounidense.
Preguntado por si se podía asumir que quienes poseen un permiso de residencia permanente, la denominada "green card", podrán entrar en el país, Kelly señaló que era "una buena suposición".
No dio más detalles, pero subrayó que el objetivo de la orden es estudiar si los siete países afectados -Libia, Sudán, Somalia, Siria, Irak, Irán y Yemen- son "fiables". "Y no lo son mucho", agregó.
Kelly aseguró que al Gobierno le sorprendió que la Justicia suspendiera la primera orden, que cancelaba durante 120 días la entrada de refugiados en el país y la concesión de visados a esos siete países de mayoría musulmana.
Recordó que esa medida era temporal y que su objetivo era tener tiempo para analizar los problemas de seguridad que presentaban esos países, que podían ser explotados por los terroristas.
Un problema claro, según explicó, es que EEUU no cuenta en ellos con servicios de inteligencia que le den información fiable sobre las personas que quieren viajar y pueden representar un riesgo. Dos de los países de la lista, destacó, no cooperan con Estados Unidos y en cuatro de ellos no hay ni embajada estadounidense.
Frente a su defensa del decreto, el ministro alemán de Interior, Thomas de Maizière, advirtió de que vetar a países enteros puede "provocar daños colaterales y no generar más seguridad".
"Cuanto más preciso se es, más efectivo se es", recalcó el ministro alemán, quien abogó por potenciar los servicios de inteligencia
Kelly coincidió en la apuesta por la cooperación y subrayó la necesidad de incrementar la colaboración entre EEUU y los países europeos en inteligencia e intercambio de información, tras mostrar su especial preocupación por el regreso a los países occidentales de combatientes que han luchado junto a grupos yihadistas en Siria o Irak.
"Hay que hacer mas; para proteger los viajes hay que saber quién viaja", recalcó el secretario estadounidense, quien reiteró que la seguridad aérea sigue amenazada y es vulnerable.
Kelly defendió la información que recogen las autoridades estadounidenses, desde las fechas de los viajes hasta el medio de pago, para detectar a los pasajeros que "pueden suponer un riesgo".
Garantizó además el respeto a los derechos civiles porque no se recogen datos relativos a raza, religión, estado de salud u orientación política y ofreció la experiencia estadounidense a los aliados europeos.
Con información de EFE