Las autoridades norteamericanas realizaron un fuerte operativo contra inmigrantes indocumentados la última semana en seis estados de Estados Unidos, que dejó un saldo de cientos de detenidos.
Funcionarios señalaron que las redadas se produjeron contra criminales que eran seguidos por las autoridades, pero también contra inmigrantes sin antecedentes penales, según consigna The Washington Post.
El mes pasado, Donald Trump amplió el alcance de aquellas personas que pueden ser objetivo del Departamento de Seguridad Nacional. La medida incluye, además de inmigrantes con antecedentes, a aquellos que hayan cometido infracciones menores o incluso a algunos que no presenten ningún tipo de condena.
Durante su campaña electoral, el presidente norteamericano se comprometió a deportar hasta tres millones de indocumentados con antecedentes, en un país que registra un índice de 11 millones de de inmigrantes.
Funcionarios anti-inmigración confirmaron que los operativos tuvieron lugar en Atlanta, Chicago, Nueva York, Los Ángeles, Carolina del Norte y Carolina del Sur.
Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, que se encarga de la supervisión del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas señaló que se trató de acciones "rutinarias".
"Estamos hablando de personas que son amenazas a la seguridad pública o una amenaza a la integridad del sistema de inmigración", explicó.
Activistas criticaron el accionar de las autoridades y subrayaron que los operativos se extendieron en otros estados como Florida, Kansas, Texas y Virginia.
LEA MÁS: