El detective David Kincaid se identificó y le pidió que se detuviera. Pero Curtis Deal, de 18 años, se bajó de su vehículo y comenzó a correr con un arma en la mano. Sabía que no tenía escapatoria. La persecución se inició por las calles de West Baltimore y quedó registrada por la cámara que el oficial tenía colocada en su chaqueta.
Deal, con un largo historial de delitos y que se encontraba en libertad tras pagar una fianza de 250 mil dólares. En una calle casi desierta, el joven delincuente hizo un giro, levantó su pistola plateada y apuntó a Kincaid, quien de inmediato le disparó.
En ese momento, mientras el criminal está en el suelo, otros agentes se aproximan a la escena para decirle a Deal -quien aún está consciente- que no se moviera. Herido de gravedad por el disparo recibido en su abdomen, el joven murió horas después.
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