Como ex primer ministro de una nación sin mayores sobresaltos como Noruega, Kjell Magne Bondevik no imaginó que enfrentaría problemas para ingresar en Estados Unidos, país que ha visitado varias veces. Sin embargo, el veto migratorio decretado por el gobierno estadounidense ha elevado el nivel de alerta, por lo que un sello del régimen iraní en su pasaporte hizo que sea retenido e interrogado en el área de Migraciones.
Como ex líder de un aliado de Estados Unidos y miembro de la OTAN, Bondevik llegó al aeropuerto internacional de Dulles, en Virginia (a pocos kilómetros de Washington y usado habitualmente por políticos), con toda la documentación en regla. Aunque su pasaporte indicaba que había sido primer ministro (entre 1997 y 2000, y entre 2001 y 2005), también detallaba una visita a Teherán en 2014.
Según relató, fue llevado a un habitación con viajeros de Medio Oriente y África que enfrentaban un mayor escrutinio por parte de las autoridades, y debió esperar unos 40 minutos. Luego, al ser llamado, explicó su situación, pero igual fue interrogado durante 20 minutos para que detalle cómo fue su viaje a la nación persa.
Bondevik, como presidente de una ONG, asistió para una conferencia sobre derechos humanos. "Estaba sorprendido y molesto. ¿Qué pasará con la reputación de Estados Unidos si esto no sólo me pasa a mí, sino también a otros líderes internacionales?", se preguntó.
El noruego señaló que no debería haber razones para temer a un ex primer ministro que ha visitado varios países. "Parece que cuando el nombre de un cierto país aparece, todas las alarmas suenan. Eso crea una sospecha totalmente innecesaria", comentó.
El político también aclaró que debe pasar mayores controles, y no por la orden ejecutiva de Donald Trump de prohibir el visado a ciudadanos de siete países de mayoría musulmana, sino a una política de seguridad iniciada durante la gestión de Barack OBama para realizar mayores controles a personas que han pasado por países afectados por el terrorismo. Sin embargo, Bondevik destacó que antes de la firma del decreto, ha entrado anteriormente a Estados Unidos sin ningún inconveniente como el sucedido días atrás.
"Entiendo el miedo, pero uno no debería tratar a todo un grupo étcnico de tal forma. Debo admitir que temo por el futuro", comentó.
Un vocero de Migraciones indicó que su oficina tiene prohibido comentar casos específicos sobre admisiones y revisiones.
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