Donald Trump defendió las polémicas conversaciones telefónicas que sostuvo con los líderes de México y Australia, indicando que su gestión "debe ser dura" ante otros países que, según su opinión, han tomado ventaja en las negociaciones bilaterales con los Estados Unidos, luego del revuelo que surgió tras la revelación de un tono elevado que usó el mandatario en dichas llamadas.
Según Trump, los estadounidenses "no deben preocuparse" por las informaciones que circulan sobre las conversaciones. Según confirmó un funcionario de la Casa Blanca a la agencia AP, Trump le dijo al mandatario mexicano Enrique Peña Nieto que podría mandar militares a enfrentar a los "bad (malos) hombres ahí" a menos que el ejército de México haga más para controlar la situación, aunque la fuente comentó que fue en tono coloquial.
A su vez, el republicano le indicó al primer ministro de Australia, Malcolm Turnbull, que la conversación que estaban manteniendo era,"por lejos, la peor" de las cinco que había sostenido ese día con mandatarios internacionales, incluido Vladimir Putin de Rusia.
"El mundo está en problemas. Pero vamos a resolverlo, es lo que hago. Créanme. Cuando hablan de las duras llamadas que estoy teniendo, no se preocupen. Simplemente no se preocupen. Debemos ser duros, es tiempo de que seamos duros. Estamos siendo aventajados virtualmente por todas las naciones del mundo. Eso no volverá a pasar", señaló este jueves Trump en un mensaje pronunciado en el Desayuno de Oración Anual, una reunión con líderes religiosos.
El extracto de la transcripción entregado a AP no aclara a quién se refería Trump con "bad hombres", ni el tono o el contexto de la declaración. Tampoco contiene la respuesta de Peña Nieto, aunque México negó que Trump hiciera dicha amenaza.
En tanto, el portal web Aristegui Noticias, de México, publicó el martes una descripción similar de la llamada telefónica, basada en el reporte de la periodista Dolia Estévez. El reporte dice que Trump humilló a Peña Nieto en una conversación muy ofensiva.
Eduardo Sánchez, vocero de la oficina de presidencia de México, negó que el tono de la conversación fuera hostil o humillante, y dijo que había sido respetuoso. Por su parte, la cancillería de México refutó el reporte y dijo que estaba basado "en absolutas falsedades".
La llamada entre ambos mandatarios se realizó con la intención de hacer las paces entre el nuevo presidente y su aliado, quienes tuvieron una serie de diferencias públicas por la insistencia de Trump en que México pague por el muro que los Estados Unidos pretenden construir en la frontera, algo que el país latinoamericano se niega rotundamente a aceptar.
Durante una conferencia de prensa con la primera ministra británica Theresa May la semana pasada, Trump describió su llamada con Peña Nieto como "amigable".
En un comunicado, la Casa Blanca dijo que los dos líderes admitieron sus "claras y muy públicas diferencias" y acordaron analizar el desacuerdo en inmigración como parte de conversaciones más amplias sobre la relación entre sus naciones.
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