El mandatario estadounidense, Donald Trump, anunció este lunes que ya decidió quién será su nominado para completar la Corte Suprema y revelará su elección este martes en la Casa Blanca.
I have made my decision on who I will nominate for The United States Supreme Court. It will be announced live on Tuesday at 8:00 P.M. (W.H.)
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 30, 2017
Durante casi un año, el máximo tribunal de Estados Unidos ha permanecido con 8 miembros y el nombramiento de un noveno se mantuvo en suspenso. El congreso, con mayoría del Partido Republicano, se opuso a que Barack Obama nombre al reemplazo del juez Antonin Scalia y decidió que la tarea sea ejecutada por su sucesor.
El candidato deberá ser aprobado por el Parlamento, hecho que se da por descontado por la mayoría oficialista. Según prometió Trump, la persona será del ala conservadora y se especula que sería un juez de alrededor de 50 años.
Entre los puntos clave, Trump destacó como indicaciones su negativa al aborto y su respaldo a la portación de armas. Aunque llegó a mencionar una lista de 21 personas, son cuatro los nombres que suenan fuerte entre los favoritos del mandatario.
William Pryor
El juez de Alabama se reunió el sábado 14 con Trump en un encuentro privado y para muchos conservadores es "un sueño", según describe la cadena CNN. El abogado de 54 años ha calificado como "la peor abominación en la historia del derecho constitucional" el dictamen que legalizó el aborto.
Sin embargo, algunos sectores del Partido Republicano cuestionaron su inclinación a expandir los derechos de las personas transgénero. Además, Pryor ha advertido contra los "jueces activistas" que se ven influenciados por sus creencias personales, las cuales considera que deben quedar apartadas de sus tareas profesionales.
Cuando fue nominado por primera vez en a la Corte Federal de Apelaciones durante el primer gobierno de George W. Bush, enfrentó una fuerte oposición del Partido Demócrata, que impidió su nombramiento. Recién en 2005 se logró un entendimiento en el Senado para que asuma en el nuevo puesto.
Neil Gorsuch
Gorsuch, de 49 años, trabaja actualmente en la Corte Federal de Apelaciones del Décimo Circuito, con sede en Denver. Es lo más cercano en la lista de Trump a un conocedor del ambiente de Washington: hijo de una ex funcionaria de la agencia de medioambiente y educado en las principales universidades del país.
Sus opiniones y escritos son alabados por su estilo claro y coloquial. En cuanto a sus posturas, se ha manifestado a favor de grupos religiosos en la lucha que desataron durante la gestión de Barack Obama cuando el gobierno instó a los empleadores que otorguen a sus empleados un seguro médico que incluya anticonceptivos. Para el juez, ese aspecto del Obamacare afectaba la libertad de culto. También, elogió gran parte de la carrera del conservador Scalia, sitio que ahora aspira ocupar.
Thomas Hardiman
Hardiman, de 51 años, está en la Corte Federal de Apelaciones del Tercer Circuito, con sede en Pittsburgh. el juez ha apoyado que las autoridades puedan realizar cacheos al desnudo a los arrestados, aún si son delitos menores. También, se ha mostrado partidario de los derechos a portar armas y se podría enfrentar a una eventual propuesta de mayor regulación en el tema.
Sin embargo, no ha recibido gran oposición del arco demócrata, lo que puede significar una preocupación para el sector republicano. Al no haberse pronunciado con firmeza sobre varios otros temas, es posible que Trump se incline a favor de algún candidato más abiertamente conservador para evitar sorpresas. Sin embargo, el presidente puede contar con una opinión cercana al juez: Hardiman comparte bancada actualmente con la hermana del presidente, la jueza Maryanne Trump Barry.
Diane Sykes
Aunque la agencia AP indicó que los tres primeros son los candidatos finales, la cadena CNN incluye también entre la pugna a Sykes, una jueza y periodista de 59 años (la de mayor edad en esta lista) que podría convertirse en la quinta mujer en la historia en formar parte del tribunal.
Sykes también se manifestó a favor de los grupos religiosos sobre la disputa de los anticonceptivos en los planes de salud y apoyó a un grupo universitario religioso que discriminó a estudiantes LGBT.
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