El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prepara un decreto que autorizará a la Agencia Central de Inteligencia (CIA, en inglés) a reabrir los centros clandestinos de detención que mantenía en el extranjero antes de que el programa fuera desmantelado en 2009 por Barack Obama, según reportan los medios estadounidenses.
The Washington Post, que tuvo acceso al borrador del decreto, señala que se restablecería una orden de 2007 del ex presidente George W. Bush que permitía la interrogación de terroristas en estos centros, conocidos como "black sites", donde usualmente se utilizaba la tortura.
El texto lleva por nombre "Detención e interrogación de combatientes enemigos" y establece que "los Estados Unidos se han privado de ejercer ciertas autoridades que son críticas para su defensa" en la guerra contra el terrorismo. Estas privaciones incluyeron un "freno a las interrogaciones clasificadas de la CIA".
Big day planned on NATIONAL SECURITY tomorrow. Among many other things, we will build the wall!
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 25, 2017
(Donald Trump dijo este martes que anunciaría importantes cambios en seguridad nacional "al día siguiente")
El decreto no ordena expresamente la reconstrucción de cárceles cerradas o la reanudación de los interrogatorios en el extranjero, pero sí pide una recomendación para Trump sobre si debería "reintroducir un programa de interrogación de terroristas de alto valor fuera de los Estados Unidos y si tal programa debería incluir el uso de centros de detención operados por la CIA".
Se desconoce aún si el presidente republicano firmará el decreto, cuya presentación está prevista para este miércoles, cuando también ordenaría formalmente la construcción del muro en la frontera con México.
En el Congreso estadounidense hubo fuertes críticas a un texto cuya existencia fue divulgada el miércoles por el New York Times.
El senador republicano por Arizona, John McCain, dijo que Trump "puede firmar todos los decretos que quiera, pero la ley es la ley". "No vamos reintroducir la tortura en los Estados Unidos", aseguró.
Mientras que Elisa Massimino, presidente de la ONG Human Rights First, dijo: "(El borrador) autoriza a la CIA a restablecer el programa de detenciones que fue el origen de la tortura que perjudicó a nuestra seguridad nacional".
A pesar de haber puesto fin al programa en 2009, Barack Obama nunca pudo cerrar la prisión de Guantánamo, en Cuba, debido a la oposición del Congreso, aunque sí logró reducir la cantidad de prisioneros.
"Estas políticas hicieron que la guerra fuera más dura y fortalecieron a nuestros enemigos, eso está en juego ahora", agregó Massimino.
En tanto, el Washington Post indicó que no tuvo respuesta de la Casa Blanca y que el borrador del decreto que recibió tenía numerosas marcas de edición y errores importantes, como una referencia a "las atrocidades del 11 de septiembre de 2011", que ocurrieron en 2001 en Nueva York.
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