El poderoso narcotraficante mexicano Joaquín "El Chapo" Guzmán será formalmente acusado este viernes a la tarde en los tribunal de Brooklyn. El fiscal del Distrito Este de Nueva York, Robert Capers, confirmó en una rueda de prensa que enfrenta 17 cargos.
Los crímenes por los que será juzgado incluyen la operación de una empresa criminal entre 1989 y 2014, corrupción, conspiración para cometer asesinatos, importación de drogas, distribución de armas y lavado de activos. De ser hallado culpable, podría ser condenado a cadena perpetua.
La Secretaría de Relaciones Exteriores de México (SRE) informó que el gobierno estadounidense solicitó consentimiento para juzgarlo por delitos adicionales a aquellos por los que se había acordado la extradición.
México accedió, pero pidió garantías de que Guzmán no será enviado a la silla eléctrica. "El Gobierno de los Estados Unidos de América otorgó garantías suficientes respecto de que no impondrá la pena de muerte o de que, en caso de ser impuesta, ésta no será ejecutada al extraditado", aseguró al SRE en un comunicado.
Este tipo de condición —no escrita— es usual cuando en el país que accede a extraditar a un recluso no tiene pena de muerte, mientras que el país que lo va a juzgar sí la tiene.
"Hoy es un hito en nuestra persecución del 'Chapo' Guzmán", afirmó Capers durante la conferencia de prensa. El fiscal anticipó que buscarán confiscarle bienes por un valor de 14 mil millones de dólares.
La lectura de los cargos será este viernes a las 14:00 de Nueva York (19:00 GMT) en los tribunales de Brooklyn. Gran parte de la ciudad quedará paralizada durante el traslado. Entre otros operativos, las autoridades anunciaron que cerrarán el icónico Puente de Brooklyn, a través del cual un convoy de vehículos transportará a Guzmán desde la cárcel de Manhattan en la que pasó la noche.
La prisión de Pearl Street, a la que llegó el jueves, lo recibió con un inusitado entusiasmo. Muchas de las reclusas que componen la abundante población femenina de la penitenciaría se amontonaron en las ventanas para verlo, como si fuera una estrella de rock. Gritaban "¡Chapo, Chapo!" y se mostraban enardecidas.
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