El productor más grande de libros en audio, Audible, anunció el lanzamiento de la serie Ponzi Supernova, sobre la pirámide económica de USD 65.000 millones que armó Bernie Madoff, con una estrella especial: el estafador en persona. Con la conducción del periodista Steve Fishman, la serie presenta grabaciones de Madoff que nunca antes se hicieron públicas. También entrevistas nuevas con agentes de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), la Comisión de Bolsas y Valores (SEC), abogados, cambistas, inversores financieros y perjudicados por el truco delictivo que llevó al perpetrador a la cárcel.
Según estas revelaciones, Madoff no se ha movido de su posición de proyectar en cualquier otro la responsabilidad por la defraudación: "Le ha echado la culpa de su ruinoso esquema de Ponzi a los bancos y los ricos inversores a los que, alega, no les preocupó si la compañía era legítima o no", según The Guardian. Para escucharlo de la fuente más directa, ya se puede acceder a los cuatro primeros episodios de esta serie de seis partes, en Audible Channels.
Bernard L. Madoff Investment Securities, la compañía cuyas acciones ilegales el condenado delega en las personas que le creyeron y de buena fe le entregaron sus fondos, prometía enormes beneficios, pero como en toda estafa piramidal pagaba a los inversores con el dinero de nuevos inversores. En apariencia, sin embargo, todo era éxito: "De pronto estos bancos te consideraban importantísimo. Estaban dispuestos a darte 1.000 milones de dólares. Tenía a todos estos bancos a mis pies, entreteniéndome. Era un gusto", le dijo a Fishman, quien durante años siguió el caso y por eso quiso hacer la serie.
También argumentó que los inspectores lo investigaron porque les llamaba la atención el gran porcentaje de beneficios que generaba pero no comprendían cómo lo hacía, nunca lograron entender qué debían buscar en sus asuntos. En una ocasión, uno le solicitó un informe; el segundo de Madoff, Frank DiPascali, lo entretuvo mientas otros creaban un informe falso, lo pasaban por el refrigerador para que no pareciera recién salido de la impresora y luego se lo arrobajan los unos a los otros para hacerlo parecer gastado por las lecturas.
Además de los registros inéditos, Fishman entrevistó a Madoff en persona para la serie. "Sí, era un talento criminal, con dones divinos en algún sentido, pero en realidad Madoff fue el caso índice, el paciente cero", dijo Fishman al diario británico. "Lo que realmente lo convirtió en una pandemia fueron los fondos de inversión y lo bancos", que le permitieron conseguir nuevos clientes. "Lo llevaron al mundo entero. Reclutaron inversores en América Latina y en Europa, y básicamente echaron gasolina dentro del contenedor en llamas. Madoff podría haber sido un timador local si no hubiera dado con esta red de distribución masiva".
En algunos casos, dijo el estafador, algunos documentos se mejoraron por pedido mismo de los clientes. Hasta que todo se desplomó, los inversores estaban felices con él y sentían confianza como para llamarlo y reclamarle que habían recibido un interés del 16% en lugar del 18% que él les había prometido.
El 29 de junio de 2009 el creador de la pirámide, de 73 años, fue condenado por defraudación en un volumen de miles de millones de dólares. Los fondos que se le retuvieron no cubrieron el desastre que había dejado. Recibió una pena de 150 años en prisión, que cumple en Carolina del Norte. Según él, su cárcel en Durham no está demasiado mal: en la serie se jacta de que su celda queda sin llave por la noche y que tiene una gran ventana, aunque desde luego no se abre.
En los últimos dos episodios de la serie, que se lanzarán hacia finales de enero de 2017, se tratan las consecuencias del esquema de Ponzi y su colapso, y los perjudicados cuentan cómo reciben reintegros, en ocasiones de otros que creyeron en Madoff y fueron igualmente timados.