El nuevo Congreso de los Estados Unidos, de mayoría republicana, sesionará este martes por primera vez, tras la juramentación de los nuevos senadores y representantes electos en noviembre, buscando empezar a trazar los planes para concretar la agenda del presidente electo Donald Trump y reducir así algunos impuestos, derogar el Obamacare y desmantelar una serie de regulaciones financieras y ambientales.
Mientras Trump se prepara para asumir la presidencia el 20 de enero, los legisladores republicanos buscarán encaminar rápidamente la promulgación de sus leyes prioritarias, las que fueron bloqueadas durante los ocho años en la Casa Blanca del presidente demócrata Barack Obama. El nuevo oficialismo contará con una mayoría de 52 a 48 en el Senado y de 241 a 194 en la Cámara de Representantes.
Sin embargo, aun antes del inicio formal del período de sesiones, había señales de enfrentamiento en el partido. Los republicanos de la Cámara Baja optaron la noche del lunes por enfrentarse a sus líderes y desmantelar el panel independiente de ética creado en 2008 para indagar en denuncias de inconducta después que varios escándalos de corrupción terminaron con los legisladores acusados en la cárcel.
Según los cambios aprobados, los legisladores tendrían la última palabra sobre la suerte de sus colegas, contra los argumentos del presidente de la Cámara, Paul Ryan, McCarthy y otros jefes partidarios. El propio Trump criticó la decisión y remarcó en qué debe enfocarse el Parlamento.
With all that Congress has to work on, do they really have to make the weakening of the Independent Ethics Watchdog, as unfair as it
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
……..may be, their number one act and priority. Focus on tax reform, healthcare and so many other things of far greater importance! #DTS
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
"Con todo lo que el Congreso tiene que hacer, ¿realmente deben debilitar al Independent Ethics Watchdog, por injusto que sea, como una prioridad? Enfóquense en la reforma impositiva, el sistema de salud y otras cosas de mucho más importancia", publicó.
Los republicanos han buscado durante mucho tiempo derogar el Obamacare, un programa que insisten con que es inviable y que ha obstaculizado el crecimiento del empleo.
People must remember that ObamaCare just doesn't work, and it is not affordable – 116% increases (Arizona). Bill Clinton called it "CRAZY"
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) January 3, 2017
Sin embargo, se enfrentan a un dilema sobre cómo proporcionar asistencia de salud a los 13,8 millones de personas inscritas en el programa que podrían perder su cobertura.
Por su parte, los líderes demócratas advirtieron el lunes acerca de una feroz batalla para defender una de las iniciativas más emblemáticas de Obama. "Lo que siempre haremos será obligar al presidente electo y sus colegas republicanos en el Congreso a rendir cuentas", dijo el líder del bloque demócrata en el Senado, Chuck Schumer, el martes.
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"Seremos un bloque que se esforzará por garantizar que el presidente electo cumpla su compromiso de asegurar la grandeza de los Estados Unidos, en su mejor sentido y tradición", agregó. Sin embargo, esa estrategia tiene limitaciones. En 2018, 23 senadores demócratas se jugarán sus bancas, 10 de ellos de estados ganados por Trump, y podrían pasarse al otro bando a la hora de votar.
En tanto, Barack Obama tiene previsto reunirse el miércoles con los congresistas demócratas para discutir las estrategias para defenderse de los ataques republicanos sobre su programa de salud.