Siempre se las conocieron como las mansiones a la que los embajadores rusos y su delegación iban a jugar tenis, pasar unos días frente a la playa y descansar. Eran considerados por los diplomáticos como sus refugios, su lugar de diversión. Pero algo diferente ocurría en ellos, según el Gobierno de los Estados Unidos: eran "nidos de espionaje" y funcionaron como tales durante años.
Este jueves, la administración de Barack Obama decidió poner punto final a esos dos centros de información y expulsó a 35 agentes de inteligencia del régimen de Vladimir Putin del país. Fue en el marco de la investigación que indica que el Kremlin y su ejército de hackers interfirieron en la campaña electoral estadounidense.
Las mansiones son dos. Una está emplazada en uno de los lugares más exclusivos de Nueva York; la otra, en las afueras de Washington D.C. La de Long Island es una tradicional mansión que perteneció en el pasado a George duPont Pratt, un empresario del transporte y filántropo multimillonario. La increíble propiedad de 49 habitaciones está en el exclusivo barrio residencial Glen Cove y sólo está habitada por unos pocos guardias rusos. Rodeada de una gran arboleda es imposible de ver desde el exterior y únicamente unos pocos pueden ingresar allí.
La mansión fue adquirida durante los años de la Guerra Fría por la colapsada Unión Soviética. La administración de Ronald Reagan ya había colocado la lupa sobre ella: denunció que allí se hacían actividades de vigilancia electrónica sobre las industrias tecnológicas radicadas en Long Island. En aquel entonces, el condado de Glen Cove le sacó los permisos de estacionamiento en las áreas de playa y otras sanciones menores. Estaban avisados.
El refugio de espías de Maryland es presentado como la mansión del embajador ruso dada su cercanía con Washington D.C. Sobre 20 hectáreas, esta "residencia" es utilizada por diplomáticos del Kremlin desde hace décadas. Se ubica en Pioneer Point, donde se unen los ríos Corsica y Chester. La mansión fue adquirida por Rusia en 1972. Perteneció a John J. Raskob, un ejecutivo que pasó a la historia por ser el constructor del Empire State.
Este jueves, el gobierno de Obama dispuso la expulsión de 35 diplomáticos rusos que estaban destinados en los Estados Unidos a realizar tareas de inteligencia. Fue en el marco de la investigación que la administración lleva adelante respecto al hackeo que desde el régimen de Putin se habría hecho sobre el proceso electoral estadounidense. Este viernes, Rusia respondió de similar manera, echando a otros 35 diplomáticos de los Estados Unidos.
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