Donald Trump transmitió su descontento luego de que China capturara una sonda submarina estadounidense en el Mar de China Meridional. Lo hizo este sábado por la mañana, a través de su cuenta de Twitter.
"China roba un drone de investigación de la marina estadounidense en aguas internacionales, lo saca del agua y se lo lleva a China en un acto sin precedentes", escribió el presidente electo.
China steals United States Navy research drone in international waters – rips it out of water and takes it to China in unprecedented act.
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) December 17, 2016
El incidente tuvo lugar el jueves 15 de diciembre al noroeste de la bahía de Súbic (Filipinas), cuando el USNS Bowditch, un barco de reconocimiento oceanográfico estadounidense, estaba a punto de recuperar el vehículo submarino no tripulado. La sonda era usada para monitorear la salinidad y temperatura del agua a fin de mapear los canales submarinos.
El sábado a última hora, el Ministerio de Defensa Chino difundió una declaración en la que manifestaba que mantiene un diálogo abierto con Estados Unidos por lo ocurrido. Sin embargo, lamentó que hubiera una agitación creciente por parte de Washington, porque eso no ayuda a la resolución del problema. Su plan es devolver la sonda "de la manera más apropiada".
En los últimos días, imágenes satelitales mostraron que China ha instalado "importantes" armas defensivas en una serie de islas artificiales que construye en el mar de China meridional, informó el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, por sus siglas en inglés), con sede en Washington.
Pekín ha creado siete islotes artificiales en el archipiélago de Spratly en los últimos años. A pesar de que insiste en que no piensa militarizar las disputadas aguas del mar del Sur, las fotos muestran la instalación de equipamientos militares y pistas de aterrizaje más largas.
El análisis de las últimas imágenes, difundidas por la Iniciativa para la Transparencia Marítima en Asia (AMTI, por sus siglas en inglés), perteneciente al CSIS, muestran ahora una serie de estructuras hexagonales en cada uno de los siete islotes, que parecen ser armas antiaéreas y sistemas de armamento de proximidad.
El cortocircuito se produjo en un marco de tensión entre China y el futuro presidente estadounidense, que entra en funciones el próximo 20 de enero. Trump multiplicó las declaraciones contra Pekín, amenazando con poner fin al reconocimiento de la política de "Una sola China" con un acercamiento a Taiwan, considerada una provincia rebelde por Pekín, e incluso acusando a China de manipular su tasa de cambio.
Con información de AFP
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