(YouTube/Breaking Defense)
El portaaviones USS America llevó a cabo ejercicios militares en el océano Pacífico, cerca de las costas de San Diego, donde utilizó los flamantes aviones de quinta generación F-35.
Los tests se enfocaron en la versión B de la aeronave de combate: se trata del modelo que puede cumplir espectaculares aterrizajes y despegues verticales, algo que marca la diferencia cuando los espacios de maniobra son reducidos.
Las simulaciones contaron también con pruebas de despegue normales y simulaciones de ataque.
Con estos tests, el nuevo avión da un paso más para estar plenamente operativo.
El anuncio del primer escuadrón inicial de cazas F-35A listo para combate fue dado por la Fuerza Aérea estadounidense en agosto, tras varias demoras y cambios presupuestarios.
"Será la nave más dominante de nuestro inventario, porque puede ir donde nuestro legado aéreo no puede y proveer las capacidades que nuestros comandantes necesitan en el campo de batalla moderno", había dicho entonces el general Herbert Carlisle, que encabeza la división de Combate Aéreo.
Las naves fueron desarrolladas por la compañía Lockheed Martin, que construyó 2.443 unidades, con un costo total de USD 400 mil millones. La mayoría tiene como destino la Fuerza Aérea estadounidense. El modelo A vale USD 98 millones; el B, USD 104 millones, y el C, USD 116 millones.
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