En 2013 la imagen impactó. George H. W. Bush, el presidente número 41 de los Estados Unidos apareció con su cabeza afeitada. En su falda, un niño también estaba absolutamente rasurado. La causa era evidente: tenía cáncer. Y el antiguo jefe de Estado había iniciado una campaña de solidaridad con el pequeño Patrick.
La historia del niño impactó a los Estados Unidos. Hijo de un miembro del Servicio Secreto y al servicio de la protección de Bush, Patrick fue diagnosticado con leucemia y a medida que la enfermedad y los tratamientos avanzaban iba perdiendo pelo.
En aquel entonces, Bush notó que varios miembros de su equipo de seguridad se habían cortado el cabello de manera extrema. Averiguó qué ocurría y conoció el motivo. De inmediato los imitó. La foto con el niño se viralizó en aquel entonces y su historia se hizo conocida.
Ayer lunes, tres años después, el presidente estadounidense actualizó la información para sus seguidores de Twitter. "Increíblemente agradecido de que mi amigo Patrick, el valiente joven a mi izquierda (¡con pelo!), se siente y esté mucho mejor en estos días", escribió en su cuenta.
Incredibly #thankful that my friend Patrick, the courageous young man (with hair!) to my left, is feeling and doing much better these days. pic.twitter.com/HsPzUCu2iR
— George Bush (@GeorgeHWBush) November 21, 2016
La publicación fue acompañada por dos fotos. Aquella que hizo famosa la campaña por el niño y la actual. En ella se ve a Patrick abrazado a Bush con cabello y visiblemente recuperado. La historia del niño penetró en la familia Bush de manera particular. Hace 63 años, junto con Barbara, su esposa, debieron atravesar una tragedia similar. Su segunda hija, Pauline "Robin" Bush, murió de leucemia cuando apenas tenía cuatro años.