Barack Obama empieza a diagramar su vida para después del 20 de enero de 2017, cuando entregue la presidencia de Estados Unidos a Donald Trump. A diferencia de la gran mayoría de los mandatarios que dejan el cargo, Obama decidió permanecer en Washington, en una mansión cercana a la Casa Blanca. Sin embargo, el actual jefe de Estado también adquirió una propiedad en California.
En la capital vivirá en una mansión de ladrillos en Kalorama, el sofisticado barrio del Distrito de Columbia, valuada en más de cuatro millones de dólares. La misma está compuesta por nueve dormitorios, según consigna el portal Page Six.
La idea de Barack y Michelle Obama es permanecer en Washington al menos hasta que su hija menor Sasha termine la escuela secundaria en Sidwell Friends.
De esta manera, se convertiría en el primer presidente desde Woodrow Wilson, en 1921, en residir en la capital norteamericana después de finalizar el mandato.
Kalorama es un elegante barrio diplomático, por lo que ya cuenta con un alto nivel de seguridad.
Por su parte, los Obama también adquirieron una propiedad en Rancho Mirage, California, cerca de Sunnylands.
En esa región residió, por ejemplo, el ex presidente Gerald Ford.
Lo consideran un destino de primera para la práctica del golf, el pasatiempo favorito de Obama.
El diseñador de interiores Michael S. Smith fue el encargado de decorar la Casa Blanca tras el arribo de los Obama. Por ello, ahora se especula que podría diseñar las nuevas viviendas del jefe de Estado.