El próximo presidente de Estados Unidos, Donald Trump, recibió este sábado al líder republicano Mitt Romney, candidato del partido en 2012, en un mensaje de reconciliación para los sectores conservadores luego de haber intercambiado duras acusaciones. Este domingo, el vicepresidente electo, Mike Pence, confirmó que Romney está siendo considerado para ocupar la Secretaría de Estado.
Un sonriente Trump dio la bienvenida en uno de sus centros de golf, en Nueva Jersey, a uno de sus mayores críticos al interior del partido durante la campaña, y se reunieron por más de una hora para discutir principalmente sobre asuntos exteriores.
Aunque ninguno de los dos mencionó la posibilidad de que Romney sea el próximo secretario de Estado, o si la reunión se trató simplemente de una visita de cortesía destinada a curar las heridas en el campo republicano, Pence confirmó a Fox News que el ex gobernador está siendo "activamente considerado" para el puesto, el más importante en la diplomacia estadounidense.
"Mantuvimos una buena conversación sobre los diversos escenarios mundiales en los cuales Estados Unidos tiene intereses significativos", declaró Trump al concluir en el encuentro.
Por su parte, Romney indicó: "Fue una conversación muy completa y profunda. Valoro la ocasión de hablar con el presidente electo, y espero con impaciencia la próxima administración".
Para algunos analistas, la elección de Romney como jefe de la diplomacia permitiría al presidente electo contar con una voz que modere la influencia de los "halcones" que ha elegido para varios puestos clave.
Otros, sin embargo, ven esa opción como muy remota y consideran la reunión del sábado como un intento por parte de Trump para mostrar que está dispuesto a llevarse bien con el "establishment" republicano y que está abierto a escuchar opiniones diferentes.
Para su eventual nombramiento, faltaría que pusieran a tono sus puntos de vista, en particular sobre Rusia. Mientras que el presidente electo multiplica las declaraciones conciliadoras hacia Vladimir Putin, Romney había dicho en 2012 que Moscú era el enemigo geopolítico número uno de Estados Unidos.
El encuentro fue el primero de una larga lista de contactos que el presidente electo mantuvo con aspirantes a entrar en la Administración y figuras políticas y de otros ámbitos.
Entre otros, Trump recibió al general retirado James Mattis, a quien se le ve como candidato a secretario de Defensa, y a dos posibles responsables de Educación: la republicana Betsy DeVos y la demócrata Michelle Rhee.
El domingo, tiene previsto continuar los encuentros, incluidas citas con el exalcalde de Nueva York Rudolph Giuliani y con el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, dos figuras republicanas que trabajaron con él de forma estrecha durante la campaña.
Cuando concluya, el equipo de transición realizará algunos anuncios de su próximo gabinete, según confirmó el propio Trump.
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Con información de AFP y EFE