Paul Horner sabía que sus historias podrían volcar la balanza. O al menos instalar ideas que se viralizarían de manera inmediata por lo absurdo que planteaba. Fue así como inventó "noticias" que Facebook tomó como ciertas y que, según él, provocaron que Donald Trump llegara a la Casa Blanca.
Quizás exagerado, lo cierto es que la difusión de sus historias falsas no pasaron por ningún filtro en la red social, que las difundió según los algoritmos que sus robots aseguran descifrar sin equivocación. Durante años se dedicó a hacer trascender artículos tan desopilantes que su éxito fue inmediato.
Pero en los últimos meses, en coincidencia con la campaña electoral en los Estados Unidos, Horner se dedicó a crear notas relacionadas con la política. Tanto fue el suceso de sus historias que hasta los hijos de Trump y sus respectivos jefes de prensa se hicieron eco de ellas.
Horner, quien dice "odiar" al presidente electo republicano, no las llama noticias falsas, sino parodias o sátiras. "Honestamente, la gente está cada vez más tonta. Ya nadie chequea nada, así es como Trump fue elegido. Decía cualquier cosa que quería y la gente le creía cualquier cosa", dijo el ¿comediante?
Lo cierto es que su influencia en estas elecciones fue mayor de la esperada. The New York Times publicó ayer una columna de edición en la que instaba a Mark Zuckerberg a tomar medidas urgentes para evitar este tipo de situaciones. "Mis sitios fueron levantados por los seguidores de Trump todo el tiempo. Creo que Trump está en la Casa Blanca por mí", se arriesgó a decir Horner.
El periodista fantasma también escribió una historia acerca de que los votantes de Hillary Clinton eran pagados para que hicieran protestas contra el candidato republicano. Horner se atrevió a dar la cifra exacta de los honorarios de los manifestantes profesionales: 3.500 dólares a cada uno. Corey Lewandowski, jefe de campaña republicano, tuiteó esa "noticia". ¿Por qué lo hizo? "Porque sus seguidores tenían la creencia de que esas personas eran pagadas. Mirando hacia atrás, en lugar de dañar su campaña, creo que ayudó. Eso me hace sentir mal", señaló.
Los absurdos de Horner también se convirtieron en un buen negocio. Cada mes recibía un cheque de parte de Facebook y AdSense de unos 10.000 dólares por el éxito de sus historias. ¡10.000 dólares por noticias falsas! "Facebook y AdSense hacen mucho dinero para que se deshagan de mí. Perderían mucho dinero", advirtió el hombre.
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