A tan sólo un día de las elecciones de Estados Unidos, Hillary Clinton y Donald Trump cierran esta agitada campaña. La candidata demócrata se presentó este lunes en Pittsburgh, Pensilvania, donde instó a los votantes a "forjar puentes, no muros", en una clara alusión a la política migratoria que propone el republicano.
Asimismo, llamó a los ciudadanos de ese estado a emitir su voto y "no aceptar una visión oscura y divisiva para Estados Unidos".
"Mañana, usted puede votar por una América esperanzada, inclusiva y de gran corazón", enfatizó la ex secretaria de Estado ante la multitud.
Clinton remarcó la necesidad de "sanar y unificar" a los norteamericanos, mediante el diálogo y el respeto. "Esto es inusual para alguien que se está postulando", aseguró, en referencia a Trump.
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"Creo que los mejores días de América todavía están por delante de nosotros", manifestó, despertando el clamor de sus seguidores.
La ex secretaria de Estado reconoció que la de mañana "será una elección histórica" y sostuvo que trabajará para todo el país, no sólo para sus votantes. "Quiero ser la presidente de los que votan por mí y de los que votan en contra".
Clinton también se refirió a temas económicos y adelantó que su gobierno "bajará las tasas de interés". Además prometió que luchará por la educación gratuita y "por conseguir paga igualitaria para las mujeres trabajadoras".
El último día de campaña de Clinton también tendrá paradas en Michigan y Carolina del Norte. La carta más fuerte la jugará en su última aparición, donde subirá al escenario acompañado del presidente Barack Obama y su popular esposa Michelle, así como a su marido, el ex mandatario Bill Clinton.