Mary Beth Haglin tiene 24 años y estaba feliz porque había descubierto su vocación: enseñar a alumnos secundarios. Pero lo que nunca imaginó es por esa profesión viviría una pesadilla que podría llevarla a prisión. Y que por eso, además, debió cambiar de trabajo. A uno mucho más juzgado: stripper. Ahora enfrenta cargos por "explotación sexual" y por mantener un encendido romance con uno de sus estudiantes, del que creyó estar enamorada.
Fueron varios meses -entre octubre de 2015 y junio de este año- de un apasionado amorío en el que ella confesó que fue él quien la sedujo, pese a sus 17 años. Se vio atraída profundamente. Tanto que, según reveló ante la corte de Cedar Rapids, Iowa, tenían sexo casi todos los días en su automóvil, en un aparcamiento público. La pasión era absoluta. "Lo hicimos cientos de veces", revelaría.
El amor prohibido marchaba a toda marcha. Ella hacía lo que muchos realizan por esta época: le enviaba selfies subidas de tono, en ropa interior sexy, en posiciones sugerentes. Todo valía. Para Haglin era una relación de lo más normal. Ambos se conocieron cuando comenzó a trabajar como maestra sustituta en el Washington High School de Cedar Rapids.
Pese a que podría enfrentar dos años de prisión, Haglin compartió una de las fotografías que había enviado a su alumno mientras duró el romance. En ella puede verse cómo la maestra está con ropa interior negra, muy sensual. Explicó a la corte cómo fueron los hechos y cómo llegó hasta este punto.
La mujer dijo que el alumno la sedujo. Le enviaba notas, dejaba papeles en su escritorio donde la llamaba "emperatriz" y en los cuales le decía que estaba enamorado. "Estaba dada vuelta", describió. "Siempre me llamaba 'emperatriz'. Nos veíamos varias veces a la semana, no siempre era sólo para tener sexo. Había veces que nos sentábamos y hablábamos. En mi cabeza creía que era una relación real", explicó la joven.
Los encuentros -casi diarios- eran en público. Se encontraban en el automóvil de Haglin, conducían hasta un aparcamiento e intimaban sin ningún reparo. Hasta que otro estudiante los vio y decidieron poner fin a la aventura. Al conocer la historia, las autoridades de la institución la echaron y la Policía la detuvo: si bien la edad de consentimiento en Iowa es de 16 años, los investigadores consideraron que la mujer estaba en una posición de autoridad sobre el estudiante.
En sus encuentros, el alumno -cuyo nombre fue resguardado por la corte- le decía que él era como Bengamin Braddock, el personaje de la película El graduado, interpretado por Dustin Hoffman. Ella, en cambio, era Mrs. Robinson. Su Mrs. Robinson. Haglin se dejó llevar por la fantasía, sin reparar en las consecuencias.
Luego de la acusación, ambos tienen prohibido reunirse. Pese a ello, el estudiante la visitó en el club nocturno en el que ella comenzó a trabajar luego de ser despedida de la institución educativa. "No quiero volver a verlo nunca", dijo a un reportero que la sorprendió a la salida del strip club.
"Creía que podía ser algo que podría mantenerse en secreto y que nadie lo sabría. Quiero volver atrás y llamarme la atención: '¿En qué estabas pensando Mary Beth'? Nunca pensé que esto iría tan lejos. Pido disculpas a cada una de las personas que lastimé", se mostró arrepentida la maestra frente a la corte. El 14 de noviembre se conocerá si finalmente terminará en la cárcel.
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