El grupo inmobiliario de Donald Trump habría alquilado oficinas a Bank Melli, un banco iraní acusado por Estados Unidos de tener vínculos con grupos terroristas y de haber sido usado para conseguir "materiales sensibles" en el marco del programa nuclear de Teherán.
Así lo afirmó el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, en inglés) en los resultados de una investigación divulgada este lunes.
El magnate habría heredado al Melli Bank como inquilino, al comprar en 1998 el edificio de General Motors, ubicado sobre la Quinta Avenida en Manhattan, Nueva York, de acuerdo con los registros públicos a los que tuvo acceso el ICIJ.
Trump mantuvo su relación comercial con Melli Bank cuatro años más después de que en 1999 el Departamento del Tesoro estadounidense incluyera al banco en el grupo de instituciones financieras a sancionar por sus vínculos con el gobierno de Teherán.
Según un documento de Justicia conseguido por los periodistas de investigación, el espacio alquilado entre 1998 y 2003, de una superficie de 8.000 pies cuadrados (unos 750 metros cuadrados) y ubicado en el piso 44 del edificio, podría haber ascendido a un monto anual de hasta 500.000 dólares.
En 2007, las autoridades estadounidenses acusaron al banco Melli -uno de los mayores bancos controlados por el Estado iraní- de haber facilitado a Teherán la adquisición de materiales sensibles para llevar adelante su propio programa nuclear.
Además, la institución financiera está sospechada de haber sido utilizada, entre 2002 y 2006, para financiar a la Fuerza Quds. Al menos 100 millones de dólares habrían sido destinados a esa unidad de élite de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, a la que Estados Unidos acusa de apoyar a organizaciones terroristas.
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