Fue una de las últimas acusaciones de Donald Trump a Hillary Clinton, casi sobre el final de la hora y media de debate. El candidato republicano dijo que creía que su rival no tenía la "stamina" suficiente para ser Presidente. ¿Estaba hablando Trump sobre alguna vitamina, un remedio o algún componente químico del que carecía su oponente?
La palabra suena extraña y puede llevar a confusión a un hispanoparlante pero es muy común en el mundo de la política y los negocios en inglés. Aunque suene parecido, no tiene que ver con ver con la histamina, un componente químico del sistema inmune que conocen bien los alérgicos, que deben lidiar con sus reacciones tomando antihistamínicos.
En inglés, sin embargo, "stamina" (que deriva del latín stamine) es un valor exigible a cualquiera que pretenda ejercer una función de liderazgo porque puede traducirse como agallas, fortaleza, aguante, o resistencia para afrontar tareas complejas y estresantes.
La candidata demócrata recordó entonces sus tiempos como secretaria de Estado y respondió con dureza: "Tan pronto como él viaje a 112 países y negocie un acuerdo de paz, un cese al fuego, la liberación de disidentes, la apertura de nuevas oportunidades en naciones alrededor del mundo, o pase 11 horas dando testimonio ante un comité del Congreso, me podrá hablar de 'stamina'", dijo Clinton, recibiendo una ovación de sus simpatizantes.
Se venden comercialmente distintos energizantes que se promocionan como elevadores de la "stamina", pero en realidad se trata de una virtud que se desarrolla con mucho esfuerzo personal más que un producto que pueda adquirirse en una farmacia.
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