El FBI analiza la posibilidad de emitir un alerta nacional ante la posible incursión de hackers en las oficinas electorales, tras un ciberataque en los sistemas de los estados de Illinois y Arizona que puede traducirse en una grave falla para el día de las elecciones presidenciales.
Se cree que las motivaciones detrás de los ataques a esos estados no son políticas, sino económicas. Los registros de votantes incluyen una gran cantidad de información que los hackers pueden utilizar para la venta en los mercados negros de la deep web (red profunda) por miles de dólares.
Un ciberataque de estas características el día de la elección puede alterar los registros de electores, borrar información e impedir a votantes ejercer su derecho ese día.
Especialistas del FBI en ciberdelitos aseguraron que este tipo de hackers son de origen extranjero y que su objetivo es realizar ataques más grandes a sistemas gubernamentales. "Nunca hubo un alerta de este tipo antes, es completamente sin precedentes", aseguró a la revista Político un agente que pidió anonimato por sus implicancias dentro del Gobierno.
Según los informes de Inteligencia, los ataques en Illinois y Arizona fueron los primeros intentos de práctica para atentar en noviembre en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, y el origen de estas acciones fue rastreado hasta Rusia.
También, durante la campaña hubo gran cantidad de intrusiones en sistemas del Partido Demócrata y organizaciones cercanas a la candidata Hillary Clinton que filtraron documentos comprometedores.
Algunos analistas sostienen que estos intentos son financiados y ejecutados por el gobierno de Vladimir Putin para inclinar la elección hacia el nominado republicano, Donald Trump, aunque Moscú negó abiertamente cualquier responsabilidad en estos hechos y todavía ninguna prueba firme se pudo esgrimir en ese sentido.
En Illinois, los oficiales de la investigación aseguraron a Yahoo News que los hackers lograron robar el registro de 200.000 votantes, mientras que en Arizona los intrusos no pudieron sacar información a tiempo antes de escapar del sistema al ser detectados.
El FBI envió un alerta a la Comisión de Asistencia Electoral donde ofreció su ayuda para asegurar los sistemas durante los comicios, según confirmó Bryan Whitener, vocero de esa comisión.
La agencia de Inteligencia aseguró que muchos intentos de ingresar a los sistemas proceden de direcciones de IP relacionadas con grupos rusos de hackers que cuentan con logística propia del espionaje gubernamental y que actúan, en muchas oportunidades, a instancias del Kremlin, lo que significa una "amenaza mucho mayor".
En los últimos años, los sistemas de votación fueron un atractivo objetivo para los hackers de todo el mundo, alguno de los cuales lograron interferir en los dispositivos utilizados para emitir el voto en los lugares habilitados.