El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Donald Trump, invitó a Rusia a revelar en detalle los e-mails de su prima.
No son correos privados: el problema, precisamente, radica en que se trata de mensajes de tiempos en que la prima trabajaba como secretaria de Estado y, en lugar de enviarlos desde el servidor seguro del gobierno, los envió desde su cuenta personal.
Porque, en efecto, Trump es primo de Hillary Clinton.
En realidad, Trump ironizó sobre el tema: "Rusia, si estás escuchando, espero que puedas encontrar los 30.000 e-mails que faltan". Y agregó, en conferencia con los medios, a la cara de los periodistas: "Creo que serías altamente recompensada por nuestra prensa".
Son primos pero, por cierto, no cercanos: en grado 19. Comparten ancestros en el siglo XVIII y el origen del vínculo se remonta al XIV, cuando vivieron el Duque de Lancaster John of Gaunt –a quien William Shakespeare convirtió en un personaje de su obra Ricardo III–, y su tercera esposa, Katherine Swynford.
Más cerca en el tiempo, Crooked Hillary ("Hillary, la deshonesta", según la caricaturizó el millonario) y su esposo, el ex presidente Bill Clinton, asistieron a la boda de Melania y The Donald.
El ex mandatario sólo participó de la fiesta, pero la primera mujer en aspirar a la presidencia en la historia de los Estados Unidos no se perdió detalle desde la primera fila de la Iglesia Episcopal Bethesda-by-the-Sea en Palm Beach, estado de la Florida, el 22 de enero de 2005. También estuvieron el ex alcalde de Nueva York Rudolf Giuliani y celebridades como Barbara Walters o Katie Couric.
Luego de la ceremonia, los invitados fueron a la propiedad Mar-a-Lago Club, de Trump, naturalmente, donde tocaron en vivo Billy Joel, Paul Anka y Tony Bennett; Bill Clinton llegó a tiempo para la música y la torta de un metro y medio de altura.
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"Soy un hombre de negocios, contribuí con todos", dijo el candidato republicano. "Cuando necesité a Hillary, allí estuvo. Si le digo que vaya a mi casamiento, va". El ex presidente se desorientó: "Él fue extraordinariamente amable con Hillary y conmigo…"
De hecho, fue más que amable: en 2015, cuando le preguntaron a quién prefería, si a Clinton o a Bush, Trump se inclinó por Clinton. Durante los años del ex gobernador de Arkansas en la Casa Blanca, Trump se declaró demócrata. Luego se desdijo, y por fin regresó a sus orígenes republicanos.
Tal vez resulte más curioso que, dados los lazos que crea el poder, la hija de Bill y Hillary Clinton y la hija mayor de Donald e Ivana Trump sean amigas. Además del vínculo entre sus padres, Chelsea Clinton e Ivanka Trump están unidas por sus esposos, y se llevan bien.
A comienzos de 2015, cuando en el horizonte no se distinguía la candidatura de Trump, Chelsea Clinton dijo a Vogue que Ivanka Trump le recordaba a su padre, por su encanto y su sinceridad: "En Ivanka no hay nada superficial". Y agregó en Cosmopolitan: "Siempre voy a creer, porque así me criaron mis padres, que la amistad es más importante que la política. Éramos amigas antes de la campaña y no dudo de que lo seremos luego de la campaña".
Mientras tanto, dada la hostilidad intensa de los intercambios entre los candidatos –en particular, del republicano– las mujeres pusieron la amistad en pausa. "Ambas apoyamos increíblemente a nuestros padres, como debería ser", dijo Ivanka. "Pero también mantenemos gran respeto entre nosotras".