"Seguimos viendo intentos de utilizar obsesivamente el tema ruso durante la campaña electoral en Estados Unidos", dijo Dmitri Peskov, vocero del Kremlin, a medios locales.
El responsable de prensa recordó que "estas absurdas noticias" ya han sido desmentidas por varias fuentes, entre ellas WikiLeaks, cuyo fundador Julian Assange dijo que no hay pruebas que refuercen las acusaciones contra Rusia.
Peskov también negó rotundamente que el asesor de Trump para política internacional, Paige Carter, se reuniera recientemente con el jefe de la Administración del Kremlin, Serguéi Ivanov.
"Lamentablemente, continúa la tradicional diversión. Y esto no es muy bueno para las relaciones bilaterales", dijo.
El domingo pasado Robby Mook, jefe de campaña de la candidata demócrata, Hillary Clinton, aseguró que había recibido información sobre que "actores estatales rusos irrumpieron en el Comité Nacional Demócrata (DNC por sus siglas en inglés), se llevaron todos esos correos electrónicos" y los filtraron a través de WikiLeaks.
Mook manifestó que el objetivo de los piratas rusos era ayudar a Trump, quien sin embargo ha negado cualquier implicación de su partido y ha responsabilizado directamente a Clinton por el escándalo.
Mientras tanto, la Casa Blanca evitó este martes asignar responsabilidades por el pirateo de casi 20.000 correos electrónicos, escándalo que ha llevado al Buró Federal de Investigación (FBI) a abrir una investigación.
WikiLeaks aseguró el viernes pasado tener en su poder 19.252 correos electrónicos del DNC, en varios de los cuales altos funcionarios del partido hablan de estrategias para vencer a Bernie Sanders, senador independiente por Vermont que se enfrentó a Clinton en las primarias por la candidatura presidencial demócrata.
Durante los últimos días Clinton volvió a atacar a Trump por su apoyo a figuras como el presidente ruso, Vladimir Putin, con quien el candidato republicano ha intercambiado elogios en los últimos meses.
(Con información de EFE)