Está sola, con un vestido largo, parada frente a dos oficiales que se desprendieron del retén policial y avanzan para arrestarla. De pie. Parece tranquila, segura, despreocupada, y con la mirada en el horizonte.
La imagen va camino a convertirse en un ícono de estos días de protesta en las ciudades de Estados Unidos frente a la violencia y los abusos policiales. Fue capturada por el fotógrafo de la agencia Reuters Jonathan Bachman en Baton Rouge, Luisiana, el sábado pasado.
"Ella se paró allí y fijo su posición", contó el fotógrafo. "Estoy contento de haber podido capturar una imagen como esa".
"Fue la primera imagen de la protesta que envié (a Reuters) porque sabía que iba a ser una foto importante", agregó Bachman. "Puedes sacar fotos de mucha gente siendo arrestada, pero creo que ésta habla más del movimiento y de qué es lo que los manifestantes estaban tratando de lograr en Baton Rouge".
Cuando la foto comenzó a viralizarse en las redes, rápidamente la mujer fue identificada por sus familiares y amigos como Iesha Evans, una ayudante de enfermería de 28 años que viajó desde Pensilvania, donde reside, hasta Baton Rouge, para sumarse por primera vez a una manifestación, conmovida por las muertes de Alan Sterling y Philando Castile a manos de la policía. "Necesito marchar por un futuro mejor para mi hijo (de 5 años)", explicó a sus familiares y amigos antes de viajar para el sur del país.
Fue arrestada junto a otros 47 manifestantes esa tarde del sábado y liberada el domingo. Pero su imagen perdurará, como otras que ya son un símbolo.