"Todo el mundo salga de Pulse y corra". La frase fue posteada en la cuenta de Facebook de la disco cuando todavía se escuchaban las detonaciones de los balazos que provocaron la muerte de al menos 20 personas.
Esa línea de texto resumía el estado de emergencia y la desesperación que se vivía la madrugada del domingo en el club gay donde cientos de personas fueron a pasar una noche de diversión, sin imaginar jamás que vivirían un infierno.
Lo que ocurrió en Florida fue de extrema gravedad: el jefe policial de Orlando, John Mina, comentó que un hombre abrió fuego en plena discoteca y asesinó a decenas de personas, antes de ser ultimado por un comando de agentes especiales que intervino para frenar lo que pudo ser una masacre todavía mayor.
Las autoridades no han determinado la cantidad exacta de fallecidos, pero aseguraron que "aproximadamente 20" murieron, y más de 40 resultaron heridos.
Varios horas después del tiroteo, los administradores de la cuenta de Facebook de Pulse postearon otro mensaje, mediante el cual pidieron a todos que recen y prometieron actualizar la información de este "trágico suceso", tan pronto como tuvieran novedades: "Gracias por sus pensamientos y por su amor".