Marco Cecchinato pega fuerte de revés, la pelota le hace un guiño, sobrepasa a Novak Djokovic y su cuerpo se deja caer sobre el rojizo polvo de ladrillo mítico de Roland Garros. Aquella escena se habrá repetido una y otra vez en sus sueños; de golpe es una realidad. El italiano de 25 años acaba de conseguir el pasaje a semifinales del segundo Grand Slam de la temporada. Es la sorpresa. Las cámaras lo persiguen, indagan en su historia. Un repaso que, quizás, no le genera tanta felicidad.
En julio del 2016, la Federación Italiana de Tenis (FIT) hizo oficial una dura noticia para su carrera: lo suspendió por 18 meses tras encontrarlo responsable de amaño de partidos.
La información detrás de la acusación se centraba en un encuentro del 2015 en el challenger de Mohammedia de Marruecos. Por entonces, perdió ante el polaco Kamil Majchrzak, quien ocupaba el puesto 338 del ranking ATP.
También era señalado por haber filtrado información sobre el estado físico de su compatriota Andreas Seppi en un partido contra John Isner por la primera ronda de Roland Garros que terminó siendo un trámite para el norteamericano.
Finalmente, Cecchinato apeló la pena en su contra –que también le imponía una multa económica de 50 mil euros– y logró que se anule por intermedio del Comité Olímpico Italiano, ente que consideró haber hallado irregularidades a la hora de la recopilación de pruebas.
"No quiero hablar sobre ello. Lo siento", contestó el italiano cuando le preguntaron sobre este tema horas atrás tras conseguir el boleto a los cuartos de final.
El deportista realizó la mayor parte de su trayectoria en los challengers, aunque también alternó presencias en torneos ATP y Grand Slam. Sin embargo, sus números en los campeonatos más importantes del circuito eran negativos: en 13 presentaciones, jamás logró pasar más allá de la primera fase.
Estuvo cerca de sumar su 14 aparición con salida rápida, ya que batalló en cinco sets contra el rumano Marius Copil pero finalmente se impuso por 10-8 en el quinto. Luego, despachó en tres sets al argentino Marco Trungelliti, quien había dominado las primeras planas de la semana inicial del torneo parisino por su particular clasificación al cuadro principal.
En 16avos de final comenzó a dar los pasos firmes: venció al español Pablo Carreño Busta (11º del ranking) por 2-6, 7-6, 6-3 y 6-1. Aparecía delante suyo el belga David Goffin (9º), quien también se chocó de frente contra su momento soñado (7-5, 4-6, 6-0 y 6-3).
"Es el mejor momento de mi vida. Ahora tengo que darme cuenta de lo he logrado", afirmó luego de haberse transformado en uno de los mejores ocho tenistas del certamen.
Fanático del Milan, Cecchinato arribó a París en el puesto 72 del ranking. Esa colocación la alcanzó, principalmente, gracias a la obtención de su primer título: en el ATP 250 de Budapest, tras vencer al australiano John Millman en la final por 7-5 y 6-4. Aunque un condimento colabora en esto: arribó al cuadro principal de ese torneo tras ser elegido como "lucky loser", tras caer en la última etapa de de la qualy.
Su arribo a las semifinales de Roland Garros le aseguran escalar casi 50 posiciones para ubicarse entre los principales 25 puestos. El sueño puede ser todavía más grande, ya que si obtiene el pasaporte a la final ante Dominic Thiem aparecerá entre los mejores 15 del planeta y un eventual título lo dejará a un peldaño del Top ten.
La última vez que un italiano llegó a estar entre los cuatro mejores del torneo por excelencia de polvo de ladrillo fue Corrado Barazzutti en 1978, quien por entonces cayó ante Björn Borg.
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