La UFC perdió la paciencia con Conor McGregor. La firmas más importante de artes marciales mixtas le declaró la guerra al peleador irlandés: le quitaron su segundo cinturón, ya que lleva más de un año sin defender el título del peso ligero. Tras confirmarse la noticia, McGregor estalló en las redes sociales.
"¡Voy a pelear de nuevo! ¡Y punto! Soy el mejor en esto", reclamó el luchador irlandés a través de las redes sociales, tras ser despojado del cetro que obtuvo a derrotar a Eddie Álvarez en noviembre de 2016, en la que sería su última pelea en la UFC. Luego tuvo el combate de boxeo con Floyd Mayweather.
Dana White, el presidente de la UFC, confirmó en TZM Sports que el cinturón quedaba vacante y dio sus razones: "El peso ligero necesita seguir su camino y los negocios también. A mi me gustaría que Conor se enfrentara al ganador de Khabib-Ferguson. Pero ganó mucho dinero y quiere pasar un tiempo sin pelear, es normal, yo creo que existe incluso una posibilidad de que nunca vuelva a luchar después del dinero que ganó."
Sin embargo, el propio McGregor se encargó de desmentir las afirmaciones del máximo directivo de la UFC, y comentó que él no rechazo ningún posibles combate. Al contrario, se mostró dispuesto a regresar al octágono al revelar que quiso sustituir a un luchador lesionado.
"Yo me ofrecí para entrar en el UFC 222 para enfrentar a Frankie Edgar cuando Max Holloway se lesionó pero me dijeron que no había tiempo suficiente para recaudar el dinero que el UFC necesitaba. Tenía mucha ilusión de entrar de última hora y tumbar al último peso pluma sin tener que pasar por todo lo que existe alrededor de un evento. Yo estoy aquí. Depende de ellos venir a por mí", desveló McGregor.
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