"En dos o tres años estaremos en fichajes por los que se pagarán 200 millones de dólares", aseguró Raffaele Poli, director del CIES Football Observatory, en una entrevista al periódico The New York Times unos meses atrás. Con el traspaso de Neymar, su afirmación quedo obsoleta.
En agosto del 2016, el Manchester United compró a Paul Pogba por 124 millones de dólares, una cifra histórica que en su momento parecía exorbitante, pero que en sólo un año se duplicó con la venta del brasileño al PSG.
El mediocampista de 24 años marcó un antes y un después a la hora de ponerle precio a las estrellas de los grandes clubes. El Barcelona, realizó la contratación más cara de su historia con Ousmane Dembélé, un futbolista por el que el Borussia Dortmund pagó USD 16,6 millones en julio del 2016.
Pero, ¿En qué se basan los clubes para valorizar a sus estrellas? "Es como una receta secreta para cada equipo, la cual sólo es conocida en el club y en nuestros libros", afirmó Olaf Rebbe, director deportivo del Wolfsburgo de la Bundesliga y agregó: "Cada club decide a su manera cuánto cuesta un jugador, y eso podría ser completamente diferente según tu opinión".
Existen diversos factores en los cuales se apoya una institución para tazar a sus figuras: la calidad futbolística, su nacionalidad, la edad, la posición dentro del campo, la duración del contrato y su valor mediático o comercial. Todo sumado al valor del mercado actual del jugador.
Además de estos ítems, también hay que destacar la astucia y habilidad de los directivos y representantes a la hora de sentarse a negociar un precio de compraventa.
"En general, los precios son demasiado altos; el mercado es una locura. Cuando quieres comprar un jugador, el costo es muy alto. No es el valor real del futbolista", reconoció Antonio Conte, actual entrenador del Chelsea.
EJEMPLO: Ousmane Dembélé tiene un valor de mercado USD 40 millones ("Transfermarkt")
Hay tres de los factores nombrados anteriormente que predominan por sobre el resto.
– La posición del jugador: se dividen en tres categorías: ofensivos, creativos y defensivos. Desde siempre, un delantero cotiza mucho más que un defensor o un arquero, principalmente porque es la carta de gol de un equipo. Es el que tiene mayor responsabilidad a la hora de ganar un partido.
-La edad: se piensa en un fichaje como una inversión a largo plazo, cuya cifra se podrá amortizar en los años de contrato por los que se negocie. Si su rendimiento disminuye deberá ser vendido para recuperar parte del gasto realizado. Pero si su rendimiento aumenta, se le abren nuevas opciones al club: venderlo a mayor precio o ampliar su contrato.
–La repercusión mediática o comercial: "Un jugador puede significar más ventas de tickets, más dinero por publicidad, más ventas de productos de marketing. Y todo eso entra en el precio", detalló Félix Tejedor, director de "Fútbol y Finanzas" -una consultora dedicada, entre otros aspectos, a valorar jugadores para el mercado español.
Cabe destacar que esos parámetros no determinan un número exacto, sin embargo, marcan el rumbo a la cifra que se le quiera imponer al jugador. Es real que existe una inflación, producto de las riquezas de los "superclubes" europeos y los presidentes millonarios de un puñado de instituciones, (PSG-Manchester City y la liga de China, entre otros).
Hoy, Neymar es el pico máximo en la historia de los fichajes con sus 264 millones de dólares, pero aquél precio por el cual se compró a Paul Pogba en 2016, elevó la vara drásticamente.
"Hay diferencias entre Neymar y yo. Él es uno de los mejores futbolistas del mundo, yo soy joven, sólo he jugado dos temporadas como profesional. Yo no valgo tanto", le había comentado Ousmane Dembélé a Théo Chendri, compañero y amigo del Nantes francés.
Otros casos resonantes del mercado se centraron en Kylian Mbappé, un joven que aun no cumplió 19 años por el que el PSG ofertó cerca de 214 millones de dólares, y en Philippe Coutinho, de 25, por el cual el Barcelona llegó a ofrecer USD 178 millones en su cuarto intento, según el diario español "Sport".
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