Este fin de semana la Ligue 1 tuvo su capítulo inicial y en este se enfrentaron los dos equipos más desparejos de la máxima categoría del fútbol francés.
El Amiens, que debuta esta temporada en la primera división, es el club con menor presupuesto del certamen, y en su partido inaugural enfrentó en condición de visitante al Paris Saint Germain (PSG), uno de los conjuntos económicamente más fuerte de Europa.
El partido fue triunfo, por 2 a 0, para el elenco local, pero no fueron los goles del uruguayo Edinson Cavani ni del argentino Javier Pastore lo más destacado del encuentro. El saque inicial del conjunto visitante al estilo rugby acaparó todas las miradas.
En lugar de pasarle la pelota a un compañero, al sacar del medio, uno de los jugadores pateó la pelota hacia el lateral, bien cercano a la línea de fondo. De esta manera, el equipo se posicionó en campo rival, le dio la pelota al contrario y apostó a la presión alta.
La jugada, que no terminó siendo clave, recorre el mundo por su originalidad y vuelve a abrir el debate acerca de si la posesión de la pelota es fundamental para crear situaciones.
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