Apenas tiene 17 años (los cumplió el pasado 6 de julio), pero todo Estados Unidos se pregunta por él. Las mejores universidades le prometen becas para desarrollar su talento, varias empresas de indumentaria deportiva se pelean por tenerlo y muchas franquicias de la NBA tienen a sus scout siguiéndole los pasos.
Se trata de Zion Williamson, de la Spartanburg Day School. El prometedor joven comenzó a cautivar a los amantes del baloncesto con su innato don y ganó notoriedad en las redes sociales luego de que se hagan virales sus jugadas y volcadas, en las que ridiculiza a los rivales.
Al final de su segundo año era un niño de 1,91 metros que ya contaba con tres ofertas. Tras crecer diez centímetros, sus 2,01 y algunos vídeos en las redes provocaron una avalancha de entidades educativas dispuestas a tenerlo en 2018 (Duke, Kansas y North Carolina, por nombrar algunas).
Además de contar con un cuerpo privilegiado, que le permite "volar" hasta alturas que la mayoría no puede, Williamson posee varios aspectos del juego que cautivaron a varias equipos de la NBA, como el bote, el pase y el tiro exterior.
Su popularidad va en aumento y algunos medios estadounidenses se animan a catalogarlo como el próximo LeBron James. Fue portada de la revista SLAM y cuenta con más de 800 mil seguidores en Instagram.
Zion es un verdadero furor. Rebasó la capacidad del recinto de su último partido, en el que enfrentó al Big Baller Team, equipo de LaMelo Ball (hermano de Lonzo, elegido en el pick 2 del último draft de la NBA por Los Ángeles Lakers), entrenado por su padre, el carismático LaVar Ball. Además, el streaming oficial por el que se transmitió el duelo alcanzó los 70.000 espectadores.
— Zion Williamson (@ZionW32) October 20, 2016
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